Ana Illueca: «Defiendo las equivocaciones del primer día, juzgar lo justo»

Mi madre, mis tías. Que nacieron muy pronto para la cantidad de creatividad que manejan.

Eres bastante indulgente con...

Las contradicciones de las personas.

¿Lo bueno si breve dos veces bueno?

Lo bueno es bueno, da igual lo que dure.

Te resulta irresistible...

La bondad que suele venir acompañada de inteligencia.

Algo o alguien que siempre te haga reír.

¡Ay! Soy de risa tan fácil...

¿Qué nivel de pudor te causa el desnudo? (propio y ajeno)

El ajeno me parece bello. Con el propio me he reconciliado hace nada.

El amor es...

Acolchado.

El sexo es...

Divertido.

¿Qué es para ti la cerámica?

Mi herramienta, mi oficio, mi espacio de calma, lo que me estimula a mejorar.

¿Lo mejor de dedicarte profesionalmente a ello?

Poder expresarme y ser yo. Y preguntarme y reflexionar. Y poder vivir de ello.

El arte es capaz de…

De curar. El arte cura.

¿Qué cosas te inspiran a la hora de crear?

Mis ancestros a nivel formal, los maestros artesanos del siglo XVII. La cerámica tradicional valenciana. A nivel conceptual me interesan reflexionar sobre tensiones humanas, el amor, la ansiedad, las relaciones personales, la identidad.

¿Con qué te quedas de tus años trabajando en publicidad?

Me enseñaron a comunicarme mejor en todos los niveles, aprendí a escuchar a mi entorno, a observar.

Si tus manos pudieran hablar…

Pedirían más barro.

Plan perfecto de domingo.

Estar en casa, hacer cualquier cosa sin correr. Dormir la siesta.

Si fueras una pieza cerámica, ¿cómo sería?

Sería un móvil, como el que he tenido hasta ahora en el Museo Nacional de Cerámica. Un móvil cinético que no para y que teniendo la rotundidez de la cerámica es ligero.

Objeto decorativo que conserves con más cariño.

Todos los objetos que tengo tienen una carga emocional, ya sean utilitarios o no, pero hay una ilustración de Sara Antolín que me regalaron mis amigas y que nos representa, 'Celebrando la vida'. Me gusta por el mensaje en sí mismo y por la defensa de la amistad. Además, admiro y quiero a Sara.

¿Qué cualidades crees que hay que tener para dedicarse a lo tuyo?

Sobre todo, saber manejar la incertidumbre. ¡Imprescindible!

Libro que más te resuene.

¡Seguro que si me preguntas mañana recuerdo otro! Pero ahora me viene a la cabeza Blanco, de Kenya Hara.

¿Cuál es la canción que no puedes evitar bailar?

¡Qué difícil ésta! Últimamente en mi Apple Music suenan en bucle Delaporte, Pau Corea y Robe. Sin parar. Pero si tengo que elegir definitivamente me voy a Delaporte, 'Me la pegué', que además me representa.

Película que más veces has visto.

'Con faldas y a lo loco', de Billy Wilder.

Tu sentimiento favorito.

Nostalgia. Tal vez por eso me encanta la música indie de determinados grupos.

Algo que prefieras hacer en silencio.

Tornear. Que, además, me hace estar presente.

¿La primera impresión es la que cuenta?

¡No, no! Por favor, defendamos las equivocaciones del primer día, conocer a alguien más lentamente, juzgar lo justo.

¿Eres más de fondo o de carrera rápida?

De los dos, de verdad. Esto lo he reflexionado muchas veces. Soy capaz de llevar proyectos de largo plazo porque soy muy tenaz y pongo mucho foco, pero a la vez puedo esprintar para una entrega, porque tengo muchísima energía.

¿Qué tipo de hombre serías?

Creo que no perdería ni una de mis cualidades ni, por supuesto, ninguno de mis defectos.

Una superstición que no puedas evitar.

En un restaurante, sala de reuniones... siempre me sentaré con una pared tras mi espalda. Ya sabes, por si me atacan.

La palabra que más utilizas.

Vale.

Una frase que lo resuelva casi todo.

Gracias.

No puedes negarte a…

Probar un nuevo restaurante.

¿WhatsApp o mensaje de voz?

Me solucionan mucho los mensajes de voz, pero intento escribir más.

¿Qué foto tienes en el fondo de pantalla de tu móvil?

De una de mis piezas cerámicas, de la Colección Barbecho.

Algo que hayas aprendido el último año.

Lo que es necesario para amar bien.

Te encanta comprar…

Libros.

Proyecto que te ilusione.

Estoy ahora iniciando uno que me hace tanta ilusión que no puedo destriparlo aquí, por su estado embrionario y porque creo que si cuento algo no sucederá.

Los mejores finales son aquellos que…

No lo parecen. Un poco de autoengaño nunca viene mal.