Nos vamos a volver locas. Por un lado, toda la información que recibimos sobre el futuro nos dibuja un mundo deshumanizado donde apenas hay contacto social. Entre las redes sociales, el metaverso y ahora la inteligencia artificial, nos dicen que hasta podremos besarnos con alguien ... que ni hemos conocido o, peor aún, que ni existe. Por otra parte está el día a día, en el que todos andamos como locos buscando el contacto personal, el abrazo, el apretón de manos, el beso, la reunión de grupo, la cenita con amigas. O sea que o los que predicen el futuro están todos chalados o nosotras estamos más desfasadas que dormir con la cabeza cubierta de rulos.
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Begoña Clérigues
Lo cierto es que la inteligencia artificial ya va llegando a todos los ámbitos de la vida, y más que lo hará. El jueves, la galerista Ana Serratosa inauguró una exposición del artista Marco Veronesse, que crea retratos de gran belleza utilizando la inteligencia artificial. «La obra de Veronesse alcanza un alto valor estético con imágenes sugerentes que mezclan materiales tradicionales con la inteligencia artificial y la sensibilidad humana», explica Ángelo Crespi.
Menos mal que la inauguración de la exposición fue presencial y tras escuchar al catedrático José Ramón Catalá los invitados compartieron cóctel en el coqueto ático de la galería, donde Ana Serratosa y Javier Vela ejercieron de anfitriones con invitados como Julia Pérez Broseta o Salvador Villalba. No fue la única inauguración de arte esta semana. El martes, el artista Antonio Camaró estuvo en la galería In arte Veritas presentando su obra; el viernes Sara Joudí inauguró la exposición de Carolina Valls y hace unos días fue la veterana Thema quien dedicó una exposición a la obra de Joaquín Capa.
Afortunadamente, la vida social sigue prefiriendo el contacto. Se vio claro en la cita que organizó la joyería Rafael Torres para presentar la colección de Gold&Roses, la firma de joyería preferida por la Reina Letizia. Los joyeros invitaron a un almuerzo a un grupo de mujeres de la sociedad valenciana de lo más variado: Mayrén Beneyto, la diseñadora Marta de Diego, la arquitecta Arancha Pérez-Pous, la organizadora de eventos Paloma Tárrega, Sonia Baselga, Elena Ravello, Ana Parejo, Sandra Montalt, Fátima Zamorano, la empresaria Marián Burdeos, las periodistas María Cosín y Ángela Pla y Eva Marcellán. Como anfitriones, los hermanos Rafa y Alicia Torres, que estuvieron en todo momento pendientes de las invitadas.
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Después de una copa de cava y las presentaciones, se sirvió un almuerzo en la planta baja de la joyería, en una mesa imperial monísima. Por parte de Gold&Roses estuvieron las fundadoras, Hannah Rodríguez y Sonia Ruiz, qué contó cómo llegaron hasta la Reina Letizia. «En una entrevista me preguntaron a qué mujer me gustaría poner nuestras joyas y yo, que no soy nada de famoseo, no se me ocurría nadie, así que pensé, la Reina de España, que es nuestra máxima embajadora». La vida a veces te da lo que pides y a la Reina le gustaron tanto los pendientes de la firma que los lleva con frecuencia.
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