Mayrén Beneyto le está pillando el punto a las redes sociales y cada día lo hace mejor. Tanto, que podría dar lecciones a muchas influencers jovencitas, que sólo saben compartir el último modelito de Zara que acaban de comprar y devolverán al día siguiente. Lo ... de Mayrén es otro nivel. Sus publicaciones tienen mucha gracia, se monta un set de grabación casero y aprovecha cualquier motivo, ya sea la feria de Abril, las Fallas o del 9 de octubre, para contar anécdotas con un desparpajo único.
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Begoña Clérigues
Esta semana compartió los preparativos del ochenta cumpleaños de su marido, Ramón Almazán. Enseñó la mesa que había montado, con un mantel de hilo blanco y flores rojas de Feliu. «Las quería rojas porque es el color de las que me envía Ramón todas las semanas». En las paredes, enmarcó fotos de Ramón, desde pequeño hasta su boda con Mayrén.
Ese día, Mayrén estrenó un vestido muy especial, confeccionado con la tela del vestido de novia de su suegra Conchita. «Un día en su casa me dijo: quiero hacerte un regalo, mi vestido de novia, y me lo adaptaron las costureras de Marta de Diego; dijeron que no han cosido una tela mejor en años». La celebración tuvo una sorpresa musical: la soprano Belén Roig interpretó temas de Puccini y luego Ramón sopló las velas de una tarta decorada con motivos musicales. Les acompañaron los hermanos de Mayrén, Juan Carlos y Feli Alcántara y Jose Mari y Sase Alonso, su hija Irina y Quico, sus nietos y amigos íntimos como su prima Charo Font de Mora, Mercedes Devesa, Fernando Muñoz y Maiti Moroder, Fernando y Pepa García, Carlos Chapa, Pedro Fabiany, Juan Antonio Murgui y Ana Herrero.
La semana tuvo más celebraciones: la boda de Paloma Vallés y Lorenzo Piccolomini, que reunió a Xàbia a casi 300 invitados llegados de todo el mundo. Los novios viven en Londres, pero Paloma quería que fuese en Xàbia, donde nacieron sus abuelos, y donde pasa los veranos desde hace años. Paloma llevó un vestido a medida con unos zapatos Manolo Blahnik y unas joyas de la familia combinadas con piezas de la joyería Pennisi en Milán.
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La ceremonia religiosa fue en el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles, donde la novia fue bautizada en 1992, y el banquete en Casa Benigalip con catering de El Poblet. Los novios regalaron a todos los invitados un plato de cerámica hecho a mano en Jesús Pobre y una amiga de la familia diseñó unas servilletas personalizadas para cada invitado, en lino blanco roto y bordadas a mano en Tailandia por un grupo de religiosas con una frase significativa para la pareja. También se casaron, en este caso en Gandia, Gracia Pérez y el concejal del PP de la localidad, David Ronda.
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