Dónde comer y comprar en Altea, el paraíso bohemio

La artesanía es uno de los principales rasgos del pueblo, y como tal reúne cantidad de comercios dedicados a la cerámica, joyería o textil, entre otros. En las calles que llegan a la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, la de la cúpula azul, encontrarás las mejores tiendas en las que comprar algo hecho a mano. Agata, en la Calle San Miguel o Encueros Altea, son los comercios perfectos para conocer la joyería de la localidad. La cerámica, inspirada siempre por el mar, puedes comprarla en Titi Borras, donde las piezas tienen nombre y apellidos, Ese.arte, en la calle, también en la calle San Miguel o Altea Original, al principio de la calle Mayor.

Altea es conocido por tener un alto número de artistas entre sus habitantes, quienes vienen a sus orillas en busca de inspiración, así pues, no es de sorprender que el pueblo esté lleno de estudios y galerías repletos de grandes obras. En el casco antiguo reside el de Rico&Nuño, conocido por sus ilustraciones de barcos en blanco y negro, el estudio de arte Casa del Pájaro, y la Tara, Art Atelier. Si hablamos de galerías, puedes visitar La imprenta Art Lab, Casa Tea o Alta Artística. No solo tus paredes quedarán preciosas, sino que además podrás decir «lo compré un verano en Altea».

Siguiendo con las compras, no puedes perderte Batik Altea en la calle Costera Pont del Montcau, 3, bolsos, vestidos, pañuelos, decoración, sin duda aquí encontrarás lo que estás buscando. Un clásico en el pueblo, Paca Cervera, con firmas como Alberta Ferretti, Philosophy o Ermanno Ermanno, el espacio donde comprar ese vestido un poco más especial. Y hablando de clásicos, obligatorio hacer una parada en la mercería de toda la vida, Casa Fina, que te devolverá directa a la infancia. Siendo Altea tan bohemia, tenía que tener sí o sí buenas tiendas vintage. como Planet Vintage y Pasion Vintage para rescatar alguna prenda joyas de esas que tienes para siempre.

Si hablamos de decoración, debes visitar BG Home, en la Avenida de Jaume I, 9, Cha Cha muebles, en la Calle La Mar y Calma Decor en la Calle de La Filarmónica, número 7. Sin olvidar la tienda Segunda Mano de Altea, donde encontrarás muebles vintage únicos.

Lo último en cuanto a tiendas, un paseo -con un helado de Qvo en la mano-, por el mercadillo de la Plaza de la Iglesia, ¡picarás seguro!

Y para llenar el estómago, apunta: el Xef Pirata, tapas de autor en un ambiente divertido; In Bocca al Lupo, con una terraza espectacular; y Stromboli, el italiano por excelencia de Altea. Para rematar la visita -o el verano-, El Cranc, en la Playa de la Olla. El chiringuito más chic que vas a ver nunca, un atardecer aquí no tiene precio y es el broche perfecto para despedirte de este mágico pueblo llamado Altea.