Cuatro influencers que se vestirán de falleras ante la Virgen: «No sé ni cómo explicar lo que siento»

«Valencia siempre formará y forma parte de mí. Fallas es como volver a casa, volver a la tierra que me ha visto crecer y que en esa semana lo hace con más luz que nunca». Quien habla así es Teresa Andrés Gonzalvo, una valenciana que actualmente está afincada en Alicante, donde fundó una clínica de medicina estética, Enea, que combina con sus compromisos como influencer de moda y estilo de vida. Teresa, que tiene más de 700.000 seguidores en Instagram, está vinculada a las Fallas desde que era una niña de cinco años. «Los recuerdos son numerosos, haciendo el traje junto mis abuelos, los arreglos mientras crecía... Los buñuelos que me traía mi madre durante los plantones, entrar a la plaza con mi tía y que estén todos esperándonos bajo la Virgen...».

Aitana Soriano nació un 9 de febrero y un mes después ya estaba vestida de fallera, desfilando en la Ofrenda antes de que ni siquiera supiera andar. Siempre en la comisión de la Avenida del Oeste, els Velluters, su pasión por la fiesta le viene de su familia paterna. «Mi bisabuelo fundó varias fallas, mi padre siempre ha estado muy vinculado a la fiesta y, además, mis tíos son indumentaristas», cuenta Aitana, una joven influencer de 21 años que acumula casi medio millón de seguidores en Instagram, duplica esa cifra en TikTok y que ahora vive en Madrid, donde estudia un doble grado de ADE y Publicidad.

También está muy apegada a las Fallas desde que era pequeña Cris Calatrava, una valenciana que lleva una doble vida como farmacéutica e influencer, que hace apenas tres meses se casaba con Juan, su pareja desde hace ocho años. «Edison Valls, mi padrino, me apuntó antes incluso de que naciera a la falla Els Doctors y estuve en esa comisión de pequeña». Hubo unos años en los que Cris no perteneció a ninguna falla hasta que en 2002 «nos mudamos a la avenida de Francia. Al año siguiente fui la primera fallera mayor infantil de la falla El Parotet, donde mis padres fueron miembros fundadores». Diez años después repitió, esta vez como fallera mayor. «Al año siguiente formé parte de la corte de honor de la fallera mayor de Valencia, Carmen Sancho de Rosa.

Para Teresa Andrés Gonzalvo, la Virgen de los Desamparados es «sagrada. Todo se lo debo a ella y para mí la Ofrenda es una de las citas más importantes del año. No sé ni cómo explicar lo que siento por ella», asegura. De hecho, cada vez que Teresa visita Valencia va a verla a la Basílica. «Es que no deja indiferente a nadie. Entrar a la plaza con tus claveles, el himno de fondo, rezando y de repente verla, mirándote, recibiéndote, amparándote... Ese momento es único», cuenta una emocionada Teresa, que el año pasado no se vistió, embarazada como estaba de su hija. Este año sí saldrán en la Ofrenda junto a su marido, Ignacio Ayllón, y la valenciana sabe que las emociones se van a multiplicar en su primera vez como madre ante la Virgen de los Desamparados. «Pensar que este año voy a vivir ese momento junto mi hija… presentársela vestida de fallera y junto a mi marido es algo que me llena de emoción. Estoy deseando transmitir esta tradición a Teíta».

También para Aitana y Cris la Ofrenda es su acto favorito -«me emociona muchísimo»-, aunque ellas destacan además el ambiente que se vive en sus comisiones. «Las ganas de pasarlo bien, la germanor. Levantarte por la mañana con la única preocupación de ir a la falla a ver qué hay, comer todos juntos, pasar la tarde jugando a juegos de mesa, las cenas, los disfraces...», cuenta Cris, que no puede parar de enumerar todas aquellas cosas que le gustan de Valencia en Fallas: «Las luces, la pólvora, las mascletaes, los castillos, los monumentos, los buñuelos, el ambiente...». Confiesa que nunca ha estado fuera de Valencia en Fallas, y tampoco Aitana, aunque ahora que está viviendo en Madrid nota mucho ese distanciamiento de las actividades falleras del resto del año. «Me da pena».

Las influencers valoran además el papel que ha ido asumiendo la mujer dentro de las Fallas, ya no sólo como fallera mayor sino adoptando roles importantes en los organigramas de las comisiones. Pero si hay algo de lo que las tres mujeres están completamente enamoradas es de la indumentaria fallera. Tanto que Teresa Andrés, por ejemplo, se casó con un vestido que en el cuerpo simulaba un corpiño, mientras cubría su cabeza con un encaje de Antigüedades Me Encanta, que era como una mantilla. «Sólo puedo avanzar que mi traje y el de Teíta están llenos de historia».

Cris tiene bastantes trajes que ha ido atesorando de su época de fallera mayor, y cada año se pone uno para la Ofrenda. «Intento no repetir». En el caso de Aitana, su pasión por el traje fallero tiene que ver con sus tíos, Josep Corts y Vicente Moreno, que tienen una tienda de indumentaria en Paiporta, y que lo perdieron todo en la dana. También se perdió la tela que le hubiera permitido a Aitana Soriano estrenar corpiño estas Fallas. «No ha podido ser, pero llevaré el traje que me hicieron el pasado año. Me pondré su indumentaria hasta el fin de mis días», garantiza Aitana, que ya está contando los días para poder volver a su querida Valencia.