Lucía Payá Serratosa: «Escucho mucho a mi corazón y si no creo en lo que hago no puedo seguir adelante»

-¿Por qué decidió ser oftalmóloga?

-Durante la carrera siempre me habían llamado la atención aquellas especialidades que requerían un trabajo minucioso con las manos, y la oftalmología era la que más se asemejaba a eso. El ojo es una zona muy delimitada formada por estructuras microscópicas donde se requiere un trabajo preciso y delicado. A posteriori, descubrí que había una subespecialidad dentro de la oftalmología que se dedicaba al rejuvenecimiento de la mirada, y es aquí donde nace mi vocación.

-Encontrar una vocación puede ser a veces complicado, aunque ya la medicina lo es de por sí.

-Mi caso es un caso atípico porque en mi familia no hay nadie que se dedique a la Medicina, pero siempre había tenido mucho interés en conocer cómo funcionaba el cuerpo humano. Además, me ha movido el hacer un trabajo en el que me sintiera útil para la sociedad. Teniendo esto en mente, la verdad que no se me ocurrió escoger la carrera de Medicina, y empecé a estudiar Derecho y ADE, pero la verdad es que no me gustaba nada.

-¿Se dio cuenta a tiempo?

-A los seis meses, un buen día me levanté y sentí que quería ser médico. En mi casa alucinaban ya que nunca lo había mencionado. Pero soy una persona que escucha mucho a su corazón y si no creo en lo que hago no puedo seguir adelante.

-¿Cree que siempre puede haber otra oportunidad? ¿Volver a empezar?

-Sí, de hecho yo creo que es fundamental; yo no podía seguir haciendo algo que no me gustaba porque no iba a ser feliz. En aquel entonces casi nadie se dejaba la carrera, se veía raro, y la gente me advertía de que iba a tener que esperar un año para volver a empezar. Pero, ¿qué es un año si encuentras realmente tu vocación? Yo en ese momento lo vi muy claro.

-Hablaba de su necesidad de hacer algo por los demás.

-A priori, parece que rejuvenecer la mirada puede ser algo banal, pero hay mucho trasfondo detrás. Muchos pacientes tienen la autoestima baja por ese motivo y tras ponerle solución a su afección mejoras su salud psíquica. Por otro lado, la blefaroplastia, además de rejuvenecer la mirada, trata alteraciones visuales, o incluso dolores de cabeza crónicos por esa sensación de pesadez que puede llegar a producir un exceso de piel colgante en el párpado superior. Y en estos casos, estamos tratando tanto la salud psíquica como física de los pacientes.

-¿Lo cree así?

-Los pacientes te lo cuentan. Y no sólo por un motivo estético, puede haber una afectación funcional de la visión cuando el exceso de piel en el párpado superior es tan grande que apoya sobre las pestañas y puede alterar el campo visual. O producir una pesadez y dar lugar a dolores de cabeza crónicos. Y en estos casos es salud psíquica y también física.

-Si mira atrás, ¿piensa que aquella fue la mejor decisión?

-Sí, ha sido un gran esfuerzo, porque la carrera es muy dura, pero a día de hoy pienso que no me hubiera podido dedicar a otra cosa, no hubiera sido feliz delante de un ordenador.

-Tiene algo de creativo trabajar con las manos...

-Pues yo diría que la cirugía de párpados es una fina combinación de arte y el minucioso conocimiento anatómico de la región periocular.

-Usted ha vivido el arte desde pequeña por su madre, galerista de profesión. ¿Cree que le ha influido en su trabajo?

-Probablemente sí, porque yo he seguido mucho a mi madre en las ferias de arte y creo que ha desarrollado en mí el gusto por las cosas bonitas y cuidadas. Soy muy perfeccionista y me gusta el trabajo bien hecho, cuidar mucho las formas.

-¿Cree que Valencia es un buen lugar para trabajar en la cirugía estética?

- Valencia es una ciudad con buen clima y hay mucho culto al cuerpo. En España, la blefaroplastia es la segunda intervención de cirugía plástica más demandada, después de la cirugía de pecho. Además, a raíz de la pandemia ha aumentado mucho la demanda de esta cirugía debido a que, al fomentarse el teletrabajo, y por tanto las videollamadas, la gente se ve reflejada constantemente en la pantalla y es más consciente de sus imperfecciones.

-¿Ser mujer es un handicap en esta profesión?

-En este sentido creo que es al revés, me da la sensación de que muchos pacientes prefieren a una mujer porque tenemos esa imagen de ser más delicadas, más perfeccionistas, de fijarnos más en los detalles.

-Los médicos hablan de hasta qué punto es importante que los pacientes confíen en el profesional para que todo salga bien. ¿Lo cree?

-La primera impresión que tienen los pacientes de ti es fundamental, y sobre todo es muy importante escuchar sus preocupaciones e inquietudes para entender bien que les preocupa, hablar mucho con ellos, explicarles todo con mucho detalle.

-Pero además, no se ha quedado con ser cirujana, y ha querido introducirse en la industria cosmética y formular un contorno de ojos... ¿Cómo surgió la idea?

-Todo empezó porque tras operar a mis pacientes de blefaroplastia me pedían recomendación de que contorno de ojos utilizar, y a pesar de que había probado muchos ninguno acababa de convencerme, así que me decidí a lanzar uno con mi propia marca. Tenía conocimientos de formulación y de principios activos tras haber hecho el máster de medicina estética de la Universidad CEU Cardenal Herrera, y con la ayuda de un laboratorio farmacéutico hemos formulado un contorno de ojos que se llama Contorno de ojos Iradia by Dra. Payá Serratosa. Tras dos años de intenso trabajo, he llegado a la fórmula química que yo considero perfecta para tratar las arrugas perioculares y el oscurecimiento de la ojera.

-¿Cuál es su objetivo con este contorno?

-La idea es que se pueda vender no sólo en la clínica, sino también en canales de venta online, y seguir ampliando la gama de productos. De momento estoy con un desmaquillante de ojos, y muy ilusionada con este proyecto.