El estudio-taller de Vicente Gracia, recreado como la Caravana de los Sueños, un lugar donde parar en la Ruta de la Seda. iván arlandis

El lugar de Valencia donde la magia de los Reyes existe

Vicente Gracia es un enamorado de Oriente y de su conexión de la capital del Turia a través de la Ruta de la Seda. El joyero ha recreado en su estudio-taller un cuento de 'Las mil y una noches'

Martes, 4 de enero 2022, 01:19

Para escenificar una noche como la del 5 de enero, tu espíritu tiene que tener algo de Rey Mago y eso en Valencia lo tiene ... como nadie Vicente Gracia, un enamorado de la magia de Oriente, alguien que siempre ha defendido la conexión con Valencia a través de la Ruta de la Seda, que en los últimos años ha ayudado a poner en valor. Su estudio, sacado de un cuento de 'Las mil y una noches', no necesita más 'atrezzo' que sus joyas y una buena dosis de fantasía. «Convertí mi estudio en una Caravansai, la caravana de los sueños, ese lugar en medio de la Ruta de la Seda donde paraban los comerciantes a comer y reposar como en las antiguas fondas».

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Le acompañaron varios amigos. El diseñador José Vivo, muy querido en Valencia por sus años al frente de una de las mejores tiendas de niños, fue con su mujer Cristina Quiles y con su hija Cristina. «Vicente me propuso escenificar una noche de Reyes y a mí me encantó. Cogí tejidos ricos y piezas especiales con seda que tenía de la tienda como kimonos, fulares, pantalones y con todo lo que encontré improvisamos el atuendo».

Para la decoración, Vicente contó con la ayuda del interiorista Omar Ortiz, de Omio-Design. Sus amigos Alejandro Calvo -a quién llaman cariñosamente El Comodoro porque parece un rey africano albino-, Javier Martínez Rubio y su pareja, Carlos Cervera, se prestaron a vestirse de pajes para la ocasión con caftanes, pantalones de seda y turbantes. Los sillones barrocos tapizados con damasco y las joyas de Gracia con nombres tan exóticos como el 'Anillo del tesoro escondido', el 'Collar de los tesoros del mar' o el 'Brazalete de la Creación' bordaron la escena. Me apuesto a que cualquier escenógrafo no habría hecho tanto con tan poco y en tan poco tiempo.

«A mí me encanta la noche del 5 de enero», cuenta Gracia. «Cada Navidad, los amigos escribimos la carta a los Reyes Magos con los mejores deseos para el año y esa magia sucede muy a menudo, cuando pones las intenciones por escrito. Esa noche quemamos las cartas en la chimenea o incluso en la calle. Es un deseo que conviertes en una intención y la magia, si Dios quiere, muchas veces hace el resto». Lo dicho, un auténtico Rey Mago.

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Arriba, el diseñador José Vivó con su hija Cristina, vestidos con tejidos de seda que todavía conserva de su tienda. Abajo, Javier Martínez Rubio, vestido de sultán. Los trajes recrean a los pajes de los Reyes Magos que les acompañaron en el viaje. A la derecha, brazalete de la creación, una de las piezas que salen de la imaginación de Vicente Gracia, uno de los joyeros más reconocidos a nivel internacional. iván arlandis

José Vivó también es de los que mantiene viva la tradición. «Los reyes es la fiesta que culmina toda la Navidad y es importantísimo para los cristianos, para nuestra cultura y, por supuesto, para los niños. Yo lo he vivido desde siempre con mucha intensidad porque mis padres ya montaban una buena escenificación esa noche y después de la cabalgata de Reyes imagínate cómo estábamos. De mayores, mi mujer Cristina y yo íbamos esa noche a su casa a ver los regalos y en mi casa con mis hijos hemos repetido la tradición. He montado siempre escenas chulísimas con monedas de chocolate por el suelo, con acertijos; me quedaba hasta muy tarde para prepararlo y hasta de mayores estaban deseando ver con qué les sorprendía esa noche».

Vicente Gracia ha tenido que suspender este año la fiesta que cada 5 de enero organizaba en su estudio, donde Valencia volvía a ser ese cuento de 'Las mil y una noches' con la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente. Lo que sí ha hecho, como cada Navidad, es compartir un cuento con sus amigos, escrito de puño y letra con una carta numerada. Se titula 'El Tesoro Escondido', y en él cuenta cómo el Creador decidió darle al ser humano la oportunidad de llegar a ser feliz en este mundo, creando una chispa de luz que tenía que guardarse en un lugar escondido. «Con esto, el hombre alcanzará la felicidad, una felicidad que le compensará de todos sus esfuerzos más allá de lo que nunca haya podido soñar y desear». Pero los ayudantes no sabían dónde colocarla, y Dios la depositó en el corazón de los hombres. «Sin embargo, ellos siguen buscándola donde no está. Descubrir ese tesoro escondido es el verdadero sentido de la vida», acaba el cuento.

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