En el mundo de la moda sólo tienes dos opciones. O eres muy grande o eres muy pequeño. Juan Vidal es el ejemplo de que el tamaño medio se ha hecho inviable. No puedes competir con los grandes que venden vestidos más baratos que ... un gintonic y tienes unos gastos muy elevados y cada vez menos tiendas multimarca donde vender las prendas. Solución: hacerte pequeño, intentar colarte por los huecos que dejan los grandes.
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«En pandemia todos pensábamos que sería el fin del consumo no responsable, pero nos ha sorprendido ver cómo algunas marcas de precio muy competitivo han crecido de manera exponencial al margen de la conciencia sostenible». Vidal se refiere a gigantes que venden vestidos a seis euros y cada día lanzan 500 prendas. El problema es que todos estamos concienciados con la sostenibilidad y los derechos de los trabajadores hasta que nos piden la tarjeta de crédito.
Así las cosas, Juan Vidal ha decidido abandonar el pret-a-porter y producir sólo bajo demanda. «Era el momento perfecto para hacerlo -asegura-, la tecnología permite una visibilidad y autogestión para acceder al mercado de una forma que antes era inviable, tenías que pasar por el canal tradicional y eso era un embudo que filtraba y hacía muy difícil la aparición de nuevas marcas. Gracias a la tecnología hay un mercado más libre, lleno de nombres nuevos, con propuestas de todas partes del mundo».
La producción bajo demanda consiste en fabricar el producto una vez el cliente hace el pedido con una demora de tiempo para poder realizarlo. Para el diseñador, lo más interesante de este formato es la posibilidad de contacto directo con el cliente para modificar un poco el vestido. «La clienta puede cambiar el color, el largo de la falda o el tamaño; la contrapartida es que no es viable realizarlo de hoy para mañana. Necesitamos una demora de 15 días para la entrega, lo que a veces es un inconveniente si buscan los vestidos para una fecha concreta, aunque intentamos planificarnos para llegar. Por otro lado, es una forma de trabajo mucho más sostenible y agradable, ya que evitas stocks innecesarios de prendas que se convierten en residuos».
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La situación de Juan Vidal demuestra que la carrera de un diseñador en el mundo de la moda no es lineal y puede tener muchos altibajos. El alicantino ha sido durante mucho tiempo el niño prodigio del sector, con una proyección muy importante. Ha vestido a la Reina Letizia, a las modelos Kendall Jenner, Bella Hadid y Nieves Álvarez, a las actrices Penélope Cruz, Paz Vega y Macarena García, a la cantante Rosalía en varias ocasiones y a Giorgina Rodríguez, la mujer de Cristiano Ronaldo, que era habitual en sus desfiles.
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Inició su formación artística en Bellas Artes y Diseño, enseguida demostró su talento. Habitual en el calendario oficial de la MBFW de Madrid, ha recibido el premio a la mejor colección nada menos que en cuatro ocasiones, la última en 2020, año en el que dejó temporalmente la pasarela para dar un nuevo enfoque a su firma. El diseñador estuvo a punto de dar el salto internacional en 2012, cuando la tienda Luisa Vía Roma seleccionó parte de su colección. En 2013 recibió el 'Who's On Next' de la revista Vogue; en 2015, el Premio Nacional de moda y en 2016, el premio Telva al mejor diseñador nacional.
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Ahora apuesta en esta nueva aventura por la sostenibilidad, con 26 vestidos fabricados con hilo de alta calidad elaborado a partir de materiales reciclados provenientes del mar. A esos tejidos se aplican tintes ecológicos y acabados que ahorran agua y energía. La colección se diseña y se confecciona completamente en España.
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