Cocinar le ayudó a dejar de fumar. Irene Marsilla

La nueva vida de Guillermo Lagardera: volver a respirar

Guillermo Lagardera decidió dejar de fumar tras convertirse en padre. «Sentía la responsabilidad de tener a mi cargo a otras personas con las que quería pasar el máximo tiempo posible». Estos fueron sus trucos

Elena Meléndez

Valencia

Sábado, 27 de marzo 2021, 19:04

Durante más de la mitad de su vida, Guillermo Lagardera fue un fumador convencido. El tabaco, tal y como él mismo describe, le acompañaba en su día a día y saciaba todos sus apetitos. «Nunca se me ocurrió dejarlo, me producía pavor. Toda mi vida estaba relacionada con el tabaco, escribía fumando, conducía fumando y hacía las pausas en el trabajo para fumar», explica el ingeniero agrónomo y socio de la cervecera valenciana Zeta.

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Fue al nacer sus hijas cuando empezó a ser consciente del paso del tiempo, la caducidad del ser humano y la responsabilidad que supone tener a tu cargo a otras personas con las que quieres pasar el máximo tiempo posible. «Lo hice solo y a pelo en una semana a base de chicles de nicotina; me costó muchísimo. Todavía pienso en fumar cada día, veo a alguien haciéndolo y me dan ganas de quitarle el cigarro. Hay actividades, como escribir o cocinar una paella, en las que la nicotina me da una cuchillada y me recuerda que todavía soy su esclavo», confiesa.

Dejarlo de golpe

Escogió el día 23 de diciembre de 2019, fecha de su cumpleaños, para fumarse el último cigarro teniendo claro que lo iba hacer de manera radical. «La primera semana tuve mucha ansiedad, perdí concentración, la abstinencia lo dominaba todo. Me siento orgulloso de haberlo dejado, pero cuesta y todavía tengo secuelas, todos los días tengo la tentación de recaer. Mi consejo es hacerlo de golpe, el compromiso con uno mismo es lo que funciona de verdad».

EL PESO. «Engordé casi diez kilos, comía a todas horas todo lo que había en la nevera. Mi sistema endocrino se volvió un poco loco y el tiroides me dejó de funcionar».

CHICLES Y COCINA. «Mi refugio tras la primera semana fueron los chicles de menta y la cocina. Antes ya cocinaba pero ahora me he apasionado por las recetas asiáticas y el jengibre».

BENEFICIOS. «La parte buena es que respiro mucho mejor y ya no toso por las noches. Me siento más pesado físicamente pero aeróbicamente más ligero».

EJEMPLO. «A la gente que fuma la animo a dejar el tabaco pero no hago proselitismo. Si fuera inocuo yo seguiría fumando».

AHORRO. «En los últimos años fumaba tabaco de liar y me gastaba de media unos setenta euros al mes. Ahora prefiero invertir ese dinero en el mercado».

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