¿Qué se premia en las listas de mujeres influyentes? Las valencianas que han dado la sorpresa

Las dos han aparecido en la última lista publicada por Forbes hace unos días, que ha incluido a cuatro valencianas más como mujeres influyentes. Pero, ¿cómo se eligen los nombres que figurarán en ese tipo de listas? La sorpresa ha venido, en este último ranking de Forbes, de la mano de Cuchita Lluch, que reconoce que fue una noticia muy agradable aparecer, por primera vez, en esta lista. «Estoy muy contenta», admite, y cree que el reconocimiento se debe al papel que ha jugado en los últimos veinte años como embajadora de la gastronomía valenciana, y que ha ayudado a ponerla en el mapa. Además, Cuchita lleva un año pilotando Begoístas, un proyecto «revolucionario» junto a su hermana Bego y que «pone en el centro la nutrición de vanguardia, porque somos lo que comemos». Así, alimenta a clientes particulares (deportistas, empresarios, gente enferma...) pero también se han convertido, por ejemplo, en proveedores de la Clinique La Prairie, la clínica de longevidad más reconocida del mundo, con sede en Suiza y un centro en Madrid. Cuchita Lluch ya formó parte del listado que la revista Tapas dedicó este año a las 50 mujeres más creativas de España -y no necesariamente relacionadas con la gastronomía-.

Otra de las mujeres que ha sido incluida en la lista Forbes es Elisabet Benavent, una escritora con una legión de fans que ha vendido más de dos millones de ejemplares de sus novelas, encuadradas en el género romántico. Uno de sus grandes logros ha sido, sin duda, conseguir que las jóvenes se enganchen a la lectura. Hay además una sexta valenciana que ha aparecido en esta lista de influyentes. Se llama Margarita Parra, y es una química no demasiado conocida, ni siquiera en la propia Comunitat Valenciana, y que sin embargo trabaja en un campo que va a ayudar a muchas mujeres a defenderse de los ataques con drogas de sumisión química.

¿Van cambiando los perfiles premiados a lo largo del tiempo? La BBC acaba de dar a conocer la lista de las 100 mujeres del año, y entre ellas están activistas proderechos humanos, mujeres que han llevado a cabo avances en ciencia y tecnología, personalidades del mundo de la cultura y la educación o que han destacado en el entretenimiento y el deporte. Además, han incluido 28 nombres femeninos vinculadas al activismo climático, una cifra nunca vista hasta ahora. Mujeres jóvenes con profesiones inusuales, como Izabela Dłużyk, una técnica de sonido ciega que graba los sonidos de un bosque en Polonia, o Marcela Fernández, una guía de expediciones colombiana con un proyecto que ayuda a prevenir la pérdida de glaciares.