Siempre me ha gustado el ambiente lánguido y meloso del otoño. Aunque este año en cuanto a color de cabello se refiere vienen los tonos fuertes -pelirrojos llamativos, violetas inmisericordes y mechas noventeras de muñeco Chucky-, yo prefiero incluir en mi hoja de ruta estilística ... y personal, la calma. ¿Empezamos por el pelo?
Corte shaggy + rubio coñac
Tan setentero y favorecedor se impone para las adictas a la melena. Es un corte descarado y versátil, un tres en uno: con ondas marcadas, peinado natural o dejándolo secar al aire. Este otoño lo recomiendo con un rubio almendrado o un castaño neutro que da calidez y sensación de naturalidad.
Corte a capas + castaño oscuro
Se asienta el escalonado de siempre con un toque nuevo: flequillos, rizados, desflecados… todos ellos a navaja. Es la solución perfecta para rejuvenecer «el aura». Me encanta con la gama de color de los castaños y chocolates brillantes con matices de luz en medios y puntas.
Corte bob + rubio arena
Impecable y depurado, no hay época en la que no sea tendencia siendo su resultado muy diferente según sea el largo y el acabado. No es casual que tenga legiones de fieles seguidoras: aporta temperamento y atemporalidad.
En el color, la gama de beiges fríos combinan perfectamente con los ceniza y dorados aportando verano y juventud al cabello.
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