El valenciano Luis Soldevila, el mago tras las redes sociales

Volver a su ciudad fue uno de los motivos que le empujó a convertirse en un empresario, después de residir durante una década en Londres, donde había conseguido triunfar en el mundo corporativo. Pero, ¿cómo llegó a establecerse en Reino Unido? «Trabajaba de comercial para una empresa de calzado, y les propuse intentar abrir mercado allí. Me iba a servir, además, para mejorar mi inglés». En su estancia en Inglaterra conoció a unos vascos que le hablaron del sistema universitario anglosajón. «Estuve unos días con ellos en la universidad y la verdad es que me convenció, porque está basado en la práctica, la teoría siempre se lleva a proyectos». Estudió Business Marketing en Brighton, y en esa misma universidad cursó un Master en Marketing. Y se abrieron para Luis las puertas de las grandes empresas. «Entré a American Express, y estuve en diferentes puestos de responsabilidad durante varios años». Formaba parte del equipo de negocio digital que daba servicio a nivel internacional a la compañía, en un trabajo que le permitía viajar constantemente; equipos internacionales, que se levantaba con Australia y se acostaba con México, donde se familiarizó además un entorno multicultural y dinámico. La compañía amplió su formación con cursos profesionales de negocio digital en Oxford y Cambridge.

«Sin embargo, yo siempre lo vi como un ciclo, siempre tuve en mente volver a Valencia». Luis Soldevila piensa que para los mediterráneos es mucho más complicado adaptarse a vivir a otro lugar, porque «nos gusta el sol, el buen clima, la calidad de vida. A pesar de que tenía buenos amigos, todos con buenos trabajos, con progresión, la mayoría se volvió». Dejó su trabajo fijo para lanzarse al vacío en España.

 

La situación en España era entonces distinta, así que junto a otros compañeros de American Express montó una agencia digital. Cuando comenzaron a recibir proyectos para activar y medir el impacto de campañas de social media, Luis Soldevila emprendió con Brandmanic, donde ha desarrollado una plataforma tecnológica que facilita a las marcas la gestión integral de campañas de marketing de influencia y social commerce con un importante nivel de efectividad y ratios de conversión. El proyecto tuvo un impacto importante. «Nos seleccionaron como una de las empresas más innovadoras y nos enrolaron en el programa Valencia Global Growth con el MIT (Massachussets Institute of Technology) para aceleración de empresas con alto potencial de rendimiento.

En un entorno digital, donde la supervivencia de las empresas es bajísima, Brandmanic ha conseguido tener un equipo implicado y solvente que le ha permitido ocupar un hueco en el mercado. Actualmente, se encuentra en proceso de crecimiento y con parte del equipo en Madrid. «Madrid es clave en nuestro negocio», admite el empresario, que cree que Valencia tiene los mimbres para hacer cosas interesantes en un ecosistema digital que se está moviendo, y al que le falta una implicación mayor de los gobiernos, de las compañías. «Sino, todo se quedará en un intento».

En este tiempo han realizado proyectos en más de 15 países y conseguido proyectos de innovación que han generado unos tres millones de euros y una ronda de financiación exitosa, además de ser seleccionada para el EPM (Entorno Pre mercado en 2019). Por el camino han trabajado con turismo de Canarias, Andalucía y Cataluña en promoción internacional y con empresas como Santander, Peugeot, Orange, Décimas, Primor, Yelmo Cines o Foster Hollywood entre otras empresas de referencia.

Si mira atrás, su trayectoria desde que salió de Patraix, ve que siempre ha estado acompañado de mentores, de gente que le ha ayudado. Con sus errores, Luis Soldevila volvería a repetir una trayectoria que en realidad empezó aquel verano en el instituto cuando se puso a trabajar de mensajero. Y cómo su deseo de volver a Valencia le ha condicionado también a nivel profesional.