Alfonso Pascual y Carmen García, después de la ceremonia.

El vestido de novia que se volvió viral

Carmen García Puertas eligió a Helena Mareque, una de sus diseñadoras preferidas, para casarse en Jesús Pobre con Alfonso Pascual en una de las bodas más comentadas del año

Lunes, 13 de septiembre 2021, 00:36

Carmen García Puertas nunca imaginó que su vestido de novia sería uno de los más vistos en redes sociales, y desde luego jamás pensó que fuera a tener tanta repercusión. La imagen de la novia saliendo de la iglesia de Jesús Pobre, con una pamela con velo, después de casarse con Alfonso Pascual Maldonado, ha aparecido en todas las revistas de moda y se ha difundido tanto redes que era difícil cotillear Instagram sin que te apareciera en las stories.

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¿Qué tiene de especial este vestido para haberse hecho viral? Simplificando mucho, que no se parece a ningún otro vestido de novia clásico con falda de princesa Disney. El color era blanco, sí, y el tejido de guipur también es habitual, pero el corte midi y esa falda de línea tubo no es frecuente en novias. Esa silueta, que define tan bien el contorno femenino, fue ideada por Dior en los años cincuenta y sienta especialmente bien a mujeres delgadas. Combinada con tacones, es perfecta para interpretar el papel de mujer fatal en el cine negro. Vamos, que sólo una mujer decidida y con las ideas muy claras puede defender estas hechuras para vestirse de novia y romper los cánones algo más almibarados.

El diseño fue de Helena Mareque, una de las favoritas de la novia. Cuando visitó su taller y la conoció supo que haría realidad la idea que llevaba en la cabeza. Carmen quería algo rústico y moderno a la vez, pero a medida que avanzaban las pruebas quiso verse algo más novia, y Helena le dio la idea de añadirle la cola, el complemento que le dio el equilibrio perfecto al vestido. El toque final lo puso una pamela de paja natural forrada con el mismo guipur y el velo para la ceremonia.

Como segundo vestido, el que llevó en el banquete en Casa Santonja, Carmen eligió uno de los modelos que Helena tenía ya hechos en el taller, un cuerpo mini sin mangas cruzado por la espalda con cola. Cuando lo vio se enamoró de él, tanto que pensó en casarse con él añadiéndole una sobrefalda. Finalmente volvió a la idea original y lo eligió como segundo vestido. El atuendo del novio, Alfonso Pascual Maldonado, pasó desapercibido en redes, y eso que iba elegantísimo. Es lo que tienen las novias, que siempre se llevan el protagonismo en las bodas, y con razón.

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