Las novias tienen cada vez más margen de libertad para elegir el vestido que quieren llevar el día de su boda. Las hay que prefieren vestidos ligeros que les permitan moverse con libertad, mientras que otras se decantan por un vestido que se acerque a ... la alta costura, a la manera clásica.
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Begoña Clérigues María José Carchano
En Valencia hay opciones para cualquier estilo de novia. La diseñadora Marta de Diego es partidaria de una novia clásica. «Mi visión de un vestido de novia es el que llevo realizando durante los cuarenta años de profesión. Es el diseño con mayúsculas y eso implica elegancia, una perfecta ejecución, buen tejido, que envejezca en el tiempo y que cuando lo mires con retrospectiva veas un vestido de novia, no un camisón y un salto de cama. Y que tus hijas y tus nietas se lo quieran poner porque es el vestido de tu vida». De Diego ha recibido encargos de lo más granado de la sociedad valenciana, desde las hijas del empresario Juan Roig y Hortensia Herrero hasta las niñas -como ella las llama- de la familias Pilatos Grollo, Casanova, Selva, Minguet, Cuñat, Pantoja, Royo García Petit, Miranda, Marta García Tamiz de Pascual o Paco Chastel.
Marta de Diego actualizó el traje de novia de la madre de Paloma Chastel, diseñado por Juan Izquierdo. Fue un trabajo muy laborioso, le añadimos una capa de terciopelo chiffon de seda con capucha y mangas con incrustaciones de encaje.
Una visión mucho más relajada es la de los diseñadores de Studio Savage, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí. Ellos creen que ahora puedes celebrar un boda convertida en un gran festival o una muy íntima bajo una pinada o en un chiringuito de Formentera. Ahora hay bodas de invierno con capas de terciopelo, con punto de seda y cuello alto, bodas de otoño en raso y midi, de verano en pantalón de seda y transparencias… «Todas las novias quieren conjuntos versátiles que les permitan transformar el vestido a lo largo del evento».
José Puerta, de la boutique, Tousette, maneja un concepto similar de las bodas actuales. «Mis novias quieren cada vez más un vestido cómodo, elegante y sofisticado, por ejemplo vestidos a ras de suelo con sobrecolas o capas que luego en el baile se puedan quitar y se quedan cómodas», explica.
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El diseñador Theo Garrido, de AO Alcalá-Ortiz, también cree que las normas han cambiado. «Las novias eligen libremente prendas hasta ahora alejadas de los cánones preestablecidos: paillettes, camisas, denim, punto, vestidos cortos, smoking y diseños que tienen vida más allá del día de la boda . Son libres y auténticas», añade.
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