Un perro especializado en búsqueda de restos se incorpora al dispositivo para encontrar a la mujer de Sollana desaparecida hace 13 días

La búsqueda de Paquita Estarelles Tronchoni, la vecina de Sollana de 79 años a la que se perdió la pista el 30 de mayo entre Alborache y Turís, no cesa. Cada día, y ya van 13, equipos profesionales, familiares, amigos y voluntarios salen desde el punto donde fue vista por última vez ese jueves y desde allí rastrean diferentes zonas, cada vez más lejanas.

La Guardia Civil está investigando todas las posibilidades y también se están pegando carteles en zonas más alejadas por si pudiera haber sido trasladada a otro punto en vehículo ya que se ha peinado concienzudamente el área montañosa entre Turís y Alborache sin dar con ninguna pista.

Desde este miércoles y hasta el día 16 de junio se ha unido al operativo el Grupo Cinológico de la Guardia Civil de Madrid que cuenta con un perro de búsqueda de restos cadavéricos. El animal reconocerá todo el terreno para intentar dar con algún rastro o prueba que permita localizar a esta mujer.

Una de las hipótesis que se baraja, según los familiares, al no encontrar ningún elemento que permita situar a Paquita por la zona inicial es que pudiera haber sido atropellada y que el causante hubiera trasladado el cuerpo para evitar ser localizado. Los agentes también han comenzado a analizar los teléfonos móviles que pasaron por la zona donde se vio por última vez a esta mujer enferma de Alzheimer el pasado 30 de mayo para intentar dar con su paradero.

La familia sigue solicitando la colaboración ciudadana para intentar acabar con esta pesadilla por lo que si alguien ha podido ver a Paquita se ponga en contacto con la Guardia Civil para aportar los datos y que faciliten su localización.

Los familiares cada día acuden a diferentes puntos y localidades de la zona para dar con alguna persona que les pueda aportar nueva información. Además, se sigue solicitando a los propietarios de casas de campo y parcelas privadas en las zonas próximas a la desaparición que realicen una minuciosa inspección de sus propiedades y áreas próximas de difícil acceso para comprobar todos los rincones.

Paquita fue vista por última vez el jueves 30 de mayo sobre las dos de la tarde cuando, junto a unos amigos, salió a coger fruta para el postre por los campos de los términos de Turís y Alborache. La mujer vestía blusa blanca, pantalón vaquero azul y unas deportivas blancas, además llevaba una gorra blanca.

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