Pinet, el pueblo que sobrevivió a las llamas

Fue una situación caótica para los vecinos». Así describe el actual alcalde de Pinet, Gonzalo Catalá, cómo vivieron la fatídica semana del 6 al 12 de agosto de 2018, en la que un rayo acabó con El Surar, el Parque Natural Municipal que comparten con Llutxent y que obligó a evacuar a todo el municipio.

Este pequeño pueblo de la Vall d'Albaida, de unos 150 habitantes, que alinda con la comarca de la Safor, nunca va a poder olvidar esos días. Gonzalo lo vivió entonces no como representante municipal, sino como vecino y también como ganadero. Al igual que el casco urbano, su explotación también se vio rodeada por el fuego. «Bomberos y efectivos de la UME (Unidad Militar de Emergencia) realizaron un perímetro en torno a las granjas para evitar que llegaran las llamas y no hubo, finalmente, que sacar a los animales», explica el primer edil.

Fueron días y noches, en las que no pudieron dormir, de mucha tensión a medida que el fuego se fue descontrolando. Por suerte, no hubo que lamentar ninguna víctima mortal y los animales pudieron salvarse. La perrera que había en el término sí que fue evacuada y nada más extinguirse el fuego pudieron volver.

Eso sí, el paraje más preciado de los dos pueblos vecinos quedó arrasado. También se produjeron daños en campos y cultivos, pero en el caso de Pinet no se llegó a quemar ninguna vivienda, como sí ocurrió en términos de otros municipios afectados en la comarca de la Safor como Ador, Barx o Gandia.

Se decretaron ayudas pero, el alcalde asegura que, «los vecinos, al final, no las solicitaron porque pusieron difícil la tramitación».

El paisaje que quedó entonces fue desolador: todo el entorno del pueblo negro y sus casas, a la vuelta, cubiertas de ceniza.

«En los primeros meses la gente tenía miedo. Luego ese miedo se transformó en desilusión porque ya no teníamos aquello que nos permitía vivir, puesto que se estaba convirtiendo en un atractivo turístico», explica.

Y es que, entonces estaba en auge el turismo rural, que se perdió durante algún tiempo. «Se ha empezado a recuperar, pero no está al mismo nivel que habíamos conseguido», subraya. De momento, al menos, se mantienen la casa rural que entonces ya estaba en marcha y también la población. El incendio, se congratula el primer edil, no propició ningún éxodo de población.

«Los agentes forestales ya nos dijeron que se tardarían más de 50 años en recuperarse la zona y aunque tras el incendio se realizaron actuaciones, hacen falta muchas más. Las administraciones deben de ayudarnos porque nosotros no podemos hacer frente a todo el monte, para contratar a brigadas para la limpieza o repoblación, siempre guiados por los agente forestales que, además ayudarían a crear empleo», manifiesta el primer edil.

Hace hincapié en lo importante que serían todas estas actuaciones para luchar contra la despoblación. En la necesidad de recuperar la zona para poder fomentar el turismo rural porque «es nuestra forma de vida. Si a Pinet le quitas el turismo y la ganadería, lo perdemos todo».

Cabe recordar, que a pesar de ser un pueblo con tan poca población, cuenta con 15 pequeñas explotaciones avícolas y de porcino, que son su motor de vida y lo que está impidiendo la fuga de habitantes, pero desde el Ayuntamiento también ven en su entorno natural otra fuente de riqueza de la que poder vivir.

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