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El descanso, o su ausencia, puede marcar nuestro día. FOTOLIA

Cómo afecta el sueño en el rendimiento físico

Juanjo Agustí, psicólogo especialista en este ámbito, explica las consecuencias del descanso o la ausencia de éste en los runners

Enrique Monfort

Valencia

Viernes, 6 de mayo 2022

El mundo de los sueños es un aspecto abstracto que abarca diversos campos profesionales de estudio. Desde el mismísimo Platón en la filosofía hasta distintos científicos de toda índole han estudiado y perseverado en dotar de una explicación a la función del soñar. Pero, independientemente de esto, el sueño es un aspecto fundamental para los deportistas. Un buen sueño reparador puede mejorar tanto el nivel cognitivo como el rendimiento muscular en deportes que exijan de una cierta exigencia física.

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Una traba en la que la mayoría de la gente coincidirá (y es de un pensamiento propiamente racional) es que el no tener un óptimo descanso es perjudicial, ya no solo para los deportistas, sino para cualquiera que busque mantener una vida algo saludable. Cierto es que diferentes personalidades de la élite del deporte han confesado no haber dormido adecuadamente de cara a una cita importante. La figura ya fallecida de Diego Armando Maradona es un ejemplo de ello. Uno de los más laureados y mejores deportistas de toda la historia confesó que jugó alguna vez «sin haber dormido en tres días» en una televisión argentina. Evidentemente, no hay que explicar que para las personas normales esto no haría ningún atisbo de favor, ya que no estamos «tocados por la mano de Dios» como lo estaba `El Pelusa´.

Centrándonos en el tema a tratar, un buen descanso, como se dijo anteriormente, mejora los conocimientos asimilados con anterioridad y mejora la recuperación y el funcionamiento físico. Es necesario un sueño de calidad, eficiente y de una duración adecuada para evitar el cansancio en todos los niveles. Los deportistas necesitan un sueño adicional respecto al resto de la sociedad por el desgaste físico residual debido a los entrenamientos y competiciones. La falta de un sueño reparador puede provocar una sensación constante de fatiga y por ende, una disminución en el rendimiento y en el funcionamiento cognitivo.

Un buen equilibrio en el sueño ayuda a la reparación muscular y a una mejor predisposición del sistema inmune. En caso de no descansar de manera adecuada, se es más propenso a padecer lesiones por el desgaste en los músculos originados por el ejercicio y su falta de reposo. La capacidad de concentración, la capacidad de reacción y la capacidad de reflejos también se ven expresamente mermadas. Respecto al tema hormonal, la falta de sueño también desnivela hormonas importantes para el músculo y el rendimiento como es el cortisol y la testosterona, o incluso se ve afectada la ingesta energética, en el que las hormonas tiene mucho que ver con la sensación de hambre y de saciedad.

Juanjo Agustí, psicólogo especialista en sueño en Psicosomni: Centro de Psicología y Sueño, incide en este aspecto: «El sueño y el ejercicio físico están muy relacionados. En realidad, los tres pilares de la salud son el sueño, la alimentación y el ejercicio. Cuando se desregulariza alguno de estos hábitos repercute directamente en la salud». Explica que cuando hay un deterioro en nuestro descanso va a haber consecuencias tanto en la alimentación como en el ejercicio físico.

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«El sueño se divide en ciclos de sueños, que duran entre 90 y 120 minutos. Dentro de estos ciclos tenemos dos tipos de sueño: el sueño Rem y el no Rem», expone el psicólogo. Incide en que el sueño no Rem se compone por tres fases; una de ellas es el sueño profundo, la cual tiene el cometido de recuperarnos a nivel físico, además de regular los sistemas hormonales, como es la hormona del crecimiento, relacionada con la reparación de los tejidos y la reparación muscular. «El sueño no Rem tiene un componente de restauración neuronal. Este hecho interviene en la concentración y en el aprendizaje, fundamental a nivel deportivo. Los síntomas más usuales serían la fatiga, peor regulación de los estados emocionales y una peor atención».

Es relevante respetar los horarios nocturnos y establecer las medidas necesarias en la higiene del sueño, tanto en los momentos anteriores a la realización de una actividad física como en los posteriores para prevenir cualquier tipo de rotura o mal funcionamiento. No consumir bebidas estimulantes, tener un horario predefinido de descanso y tener en cuenta la relajación tanto física como mental son indispensables para poder gozar de un sueño reparador.

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