Ainhoa Arteta habla por primera vez sobre su amputación de dedos: «Me da igual lo que digan»

Ainhoa Arteta está pasando por una dura racha personal. La soprano no ha levantado cabeza desde que se contagió de coronavirus, que hizo mella en su salud dejándole graves secuelas con las que ha tenido que lidiar estos últimos meses. Tras pasar el virus, la guipuzcoana tuvo que ser ingresada en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla el pasado mes de agosto por una infección renal a finales de julio que derivó en una sepsis, que la mantuvo en la UCI durante bastante tiempo.

Hace tan solo unos días Arteta volvió a ser noticia tras conocerse que le habían tenido que amputar varios dedos después de sufrir un infarto hace algunas semanas. La artista sufrió una complicación por la que entró en parada cardiorrespiratoria y la falta de riego sanguíneo en algunas extremidades, causó que algunos dedos acabaran necrosándose, lo que ha derivado finalmente en la amputación. La soprano, que según detalló la revista Semana se encuentra en Bilbao, trata de recuperarse física y anímicamente del trauma y ha podido dar sus primeras declaraciones al respecto.

«Lo más importante es que me salvé y por eso puedo decir que el 26 de julio volví a nacer. Consecuencia de la intubación y lo que viví tengo lo que llamo heridas de guerra en las manos y pies », ha confesado Arteta al medio ABC. «Hoy mi prioridad es cuidarme y sanarme entera. Me da igual lo que digan o dejen de decir», ha asegurado. «Mis hijos gracias a Dios están bien y yo tengo que recuperarme. Eso es ahora mismo lo único que puedo comentar», ha dicho la soprano sobre el tema.

Ainhoa planta cara a su problemas de salud mientras se separa de su cuarto marido, Matías Urrea, con el que habría pasado una fuerte crisis sentimental que finalmente ha terminado en divorcio, según ha declarado fuentes cercanas al entorno de la pareja. Según estas, la convivencia había llegado a ser «insostenible», razón por la que ella habría decidido finalizar su matrimonio.