Sandías por mitades protegidas por papel film. HOY

El aviso de la OCU a los consumidores que compran sandías por mitades

Es uno de los alimentos más frescos para tomar en verano por su gran contenido de agua y el poco porcentaje de azúcar

Luna Catalán

Valencia

Miércoles, 14 de agosto 2024, 00:53

La sandía, junto al melón, es la fruta estrella de esta época del año, un fresco y dulce tentempié que viene bien en cualquier momento del día. Según la OCU, cada español consume de media unos ocho kilos de sandía al año, concentrados principalmente durante los tres meses de verano.

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Hay sandías para todos los gustos: con o sin pepitas, con pulpa rosa, roja o amarilla, más grandes o más pequeñas, incluso cuadradas... Algunas variedades ya se han convertido en habituales, pero otras son todavía una rareza en los comercios españoles. En el mercado, se diferencian perfectamente dos tipos: la sandía negra y la sandía rayada. La primera en realidad es de un tono verde muy oscuro, es redonda y tiene abundantes pepitas duras. Existen distintas variedades dentro de ésta, pueden ser de pulpa rosada y no excesivamente dulce o de pulpa roja y muy dulce. En cuanto a las sandías rayadas, son más conocidas como las sandías 'sin pepitas', y son el resultado del cruce de diferentes variedades. En realidad, sí tienen semillas, pero son poco abundantes, de pequeño tamaño, blancas y tiernas.

También, en los últimos años se pueden encontrar en las tiendas sandías con pulpa amarilla, las llamadas 'sandías-melón'. A parte de su color, sus características son similares a las tradicionales sandías, aunque el tamaño es ligeramente menor. Por último, las que son de formas. Éstas no tienen mucho misterio: cuando el fruto está saliendo, lo meten dentro de un molde transparente con una determinada forma. En España no es habitual encontrar este tipo de producto, pero su precio puede llegar a ser astronómico, como ocurre en tiendas de Japón que las venden como si fueran artículos de lujo.

Además, la sandía tiene muchas propiedades y beneficios para la salud:

1) Alto contenido de agua, cerca del 92%. Esto la hace perfecta para hidratarse en los meses de calor y, además, presenta un bajo contenido en azúcar.

2) Su contenido calórico es bajo, unas 20 kcal por 100 g. Lo que la hace ideal para las personaes que deban vigilar el consumo de azúcar o de peso.

3) Su contenido de azúcar es de los más bajos, apenas un 5% de la parte comestible. Puede ser el sustituto más sano de los postres azucarados en las comidas principales o en las meriendas.

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4) Presenta una buena cantidad de minerales como el potasio, y de vitaminas como la C y la provitamina A.

Cada vez es más habitual encontrar en supermercados las frutas partidas por la mitad. El objetivo es llegar a las personas que no necesitan comprar una pieza completa, además de contribuir a reducir el desperdicio de alimentos. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), ha realizado un estudio a partir de datos científicos, centrándose en las condiciones de conservación de cuatro frutas (sandía, melón, papaya y piña) para conocer si es seguro consumir este tipo de productos partidos.

Han sacado en conclusión, que las sandías a medias tienen una menor vida útil, ya que al mantenerla así, hay más riesgo de crecimiento de microorganismos patógenos como la salmonella. Además, sólo pueden permanecer hasta tres horas a temperatura ambiente (sin implicar un riesgo microbiológico significativo), siempre y cuando la temperatura no supere los 25 grados, el lugar esté ventilado y protegido de la luz solar, y tras la compra se refrigere de forma inmediata.

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En los supermercados, la fruta entera suele estar en estanterías a temperatura ambiente, mientras que en la zona refrigerada se encuentran las verduras y frutas troceadas. Pero en ocasiones, estas mitades se encuentran fuera de las neveras, lo que puede ser problemático. Una vez cortada, la fruta está expuesta a un mayor riesgo de contaminación, por la propia manipulación (higiene del cuchillo, tabla de cortar...) y porque la parte comestible, que hasta el momento está protegida por la piel o la cáscara, queda expuesta al aire y a agentes externos.

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