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A Esther Sitges Macià pocas cosas le reconfortan más que asistir al acto de graduación de sus alumnos en las Aulas Universitarias de la Experiencia (AUNEX). También disfruta, y aprende con el programa Sabiex, que da continuidad al primero. La psicóloga, directora del máster en Gerontología y Salud en su querida Universidad Miguel Hernández de Alicante, acumula décadas de trabajo dedicado a los más mayores.
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Empecinada en crear una sociedad que no margine a un sector cada vez más numeroso, la experta reflexiona sobre el papel de la soledad a lo largo de la vida. La formación más allá de los 55 años, la actividad física y cognitiva así como cuestiones relacionadas sobre tecnología y ciberataques, otros de los temas que estudia en la actualidad.
- Cuénteme un poco acerca de AUNEX, ¿qué es y en qué lugares se puede acceder a ellos?
- Los programas formativos de universidades para mayores más o menos surgen hace 25 años en la Comunidad Valenciana eran unos programas educativos que los llevaba la Generalitat y se impartía en algunos municipios. Posteriormente se asumió como un programa universitario para mayores en casos como el nuestro, en la Universidad Miguel Hernández de Alicante para incorporarlo dentro de lo que representa la universidad. El objetivo es fomentar la mejora de la cultura de las personas adultas mayores de 55 años en el marco de la universidad. Es un programa muy bonito. El título no es un título oficial, o sea, no te capacita para ejercer una profesión. Entonces, cada universidad más o menos nos lo gestionamos como consideramos en nuestro caso. Tiene asignaturas impartidas por profesores de universidad, de Derecho, Psicología, Sociología. Dura dos años.
- Pero ustedes van más allá y usted mismo es directora de otro curso.
- Como les sabía a poco creamos SABIEX, que es un poco el acrónimo de Sabiduría y Experiencia. Incorporamos otras actividades, o sea que la gente pasa por el programa docente, digamos, que son las Aunex, y luego ofertamos actividades culturales, talleres, hay talleres de teatro, de redacción periodística, tenemos una revista, radio o sea que se hacen un montón de actividades.
- Más de 10.000 personas han pasado ya por estos programas demostrando que los mayores también tienen inquietudes que necesitan resolver.
- Ayuda un poco a eliminar ese estereotipo que hay de la vejez, de las personas mayores, porque los alumnos ven a personas mayores queriendo hacer y haciendo actividades. Además por ejemplo, si hay un seminario, algún taller, alguna cosa que puedan compartir, lo hacen. Por ejemplo, en Psicología, yo es que soy de Psicología, en Psicología, en una asignatura que tenemos, Gerontología, pues hacemos unas prácticas con nuestros alumnos de cuarto de Psicología y de las aulas de la Experiencia. Y bueno, pues así, se ayuda ese contacto intergeneracional, a eliminar estereotipos tanto de mayores hacia jóvenes, como de jóvenes a mayores. Porque los mayores también, un poco esa visión de los jóvenes no hacen nada, pues no, tenemos estudiantes con ganas de hacer cosas. Son personas que acaban de enviudar o se acaba de jubilar, entonces estás en un momento que estás bien activo en tu vida, porque ahora, a los 65 años estás fenomenal, pero también vives un momento como un poco de crisis, ¿no? De hacia dónde ir, qué hacer, los hijos se han ido de casa, o ha fallecido tu marido, tu mujer… entonces la universidad, de repente te da algo, es encontrar un sitio donde conocer a gente, gente con los mismos intereses. Hay gente que va a bailar, que está fenomenal, y socializa, pero no a todo el mundo le gusta, a mí no, por ejemplo. Se debe saber que existe una oferta cultural.
- Y van más allá luego, ¿o se quedan en este ámbito de la universidad?
- ¡Qué va! Organizan viajes, actividades. Siempre les digo que la universidad les ha dado como unas primeras herramientas para perder el miedo, y a partir de ahí, pues mira, nosotros tenemos un grupo que han impulsado dos estudiantes que organizan lo que llaman Los cafés con sabios'. Los últimos jueves de mes, en una cafetería de Eche, van a darles una charla, pues a lo mejor un médico jubilado, un arquitecto del ayuntamiento que ya está jubilado, han llegado a ir hasta 40 personas, luego hacen rutas… están metidos en el grupo de diálogo de la universidad, o sea que es un poco dar una salida a gente con mucha inquietud y muchas ganas de hacer cosas.
- ¿Qué perfil de personas van a esos cursos? ¿Gente que ya ha estudiado?
- El perfil ha ido cambiando al principio, hace 25 años, porque el único requisito es ser mayor de 55 años, no hace falta tener estudios previos, es verdad que más al principio teníamos más gente con menos nivel de estudios, en los últimos años se va notando que la población ha ido formándose y más. El perfil principal es mujeres, el 80% los son. Mujeres que suelen ser a más de casa, que tienen estudios primarios o bachiller, . También hay gente con estudios universitarios, profesoras de instituto y luego hombres médicos, abogados … pero diría que el perfil es mujer de unos 67 años que por motivos de lo que pasaba antes tuvo que dejar de estudiar porque se casaban y entonces el marido es el que trabajaba y ella era la que se quedaba a cuidar de los hijos de la casa, entonces este momento para ellas es su liberación, están encantadas de estar ahí.
- Tengo la sensación de que ellas siempre se animan como a dar ese paso adelante.
- Ellas tienen como menos miedo a hacer cosas. Encima tienen esa capacidad de no voy a arrojar la toalla por muy mayor que sea, voy a hacer aunque sea al final, en el último tramo de mi vida, lo que quería hacer. Mira una señora de la sede de Benidorm que le dimos el diploma en mayo era la más mayor y tenía 94 años. Nos escribió posteriormente diciendo que estaba muy agradecida, que no pudo estudiar y estar ahí graduándose en la universidad fue momento muy especial. Además vienen con hijos, nietos… que habitualmente a estos actos van los padres y abuelos a ver a los jóvenes graduarse… Yo les digo a mis estudiantes de grado y a los del máster, porque yo imparto clases en un máster de gerontología que el el futuro está de los mayores. Desde que te jubilas puedes tener una esperanza de casi 30 años más de vida, son muchos. Entonces lo que hay que intentar es revivirlos con la mejor salud el mayor tiempo posible. Y para estar sanos hay que estar activo en todos los aspectos de la vida.
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- El sistema, los gobiernos también deben entender que el cuidado para estas personas es prioritario.
- Claro, no se puede sustentar un sistema sanitario con mayores enfermos. Entonces es gente que tiene que ser muy activa para que así, lo que es el periodo de declive final, sea el menor tiempo posible.
- Para ello se debe fomentar la salud y el bienestar desde diferentes perspectivas porque se han estudiado que el estilo de vida, por ejemplo más allá del deporte y la nutrición, tener un círculo social amplio es fundamental.
- Sí, una vida sana de alimentación y actividad física y el contacto social son los mejores predictores de una buena calidad de vida en la vejez al igual que en cualquier etapa de la vida. Las investigaciones concluyen que la soledad es predictor de mortalidad como las enfermedades. Las personas solas no se estimulan cognitivamente porque no hablas con nadie o solo ves la tele que sólo activa una parte pequeña de tu cerebro. No te alimentas bien porque tú solo no te vas a hacer una comida rica o no haces actividad física porque no tienes ánimo y por ello mismo sigues bajo de ánimo. Es una especie de bucle.
- ¿Pero las personas suelen hacerse más solitarias con el tiempo o son personas que lo han sido siempre?
- Creo que por lo menos los alumnos que tenemos nosotros o en el perfil de gente que yo llevo trabajando a lo largo de estos años, es verdad que con la edad se suelen o se solían reducir los contactos sociales. Cuando somos más jóvenes tienes más contactos porque vas al instituto a la universidad o en el trabajo. Una vez que te jubilas son menos aunque es cierto que no es tan importante el número sino como la cantidad.
- Tampoco será fácil reconocer esa soledad.
- En un trabajo que hicimos en una tesis doctoral de la soledad, preguntábamos a señoras directamente: ¿usted se siente sola? Y decían, yo tengo cuatro hijos, uno vive en Madrid, otro en Asturias, y bueno, pues, no, pero se murió mi marido y es lo que toca, ¿sabes? Es un poco como que asumían que va con la vejez. Pero cada vez esto va cambiando, intentan tener contacto con más gente. Está claro que no te vas a ir a hacer lo mismo que con 20 años, pero puedes hacer muchas otras cosas La gente está asumiendo eso y eliminando ese estereotipo de la viejecita o el viejecito, la viejecita vestido de negro.
- ¿Y cómo podemos hacer que siga cambiando o que llegue a todo el mundo?
- Nuestra sociedad, desde jóvenes vivimos enfocados para trabajar, estudiamos para conseguir un trabajo, luego por fin, después de estudiar del máster, de practicar de no sé qué, por fin trabaja. Y entonces estás trabajando y cuando dejas de trabajar dices ¿ya se ha acabado? No, lo que tenemos que aprender es que la vida no es el trabajo, hay que cultivar otras aficiones. Tenemos, creo que son más de once mil centenarios en España, entonces hay mucha gente que vive mucho y la media es ochenta y cuatro. Hay que aprender a vivir esa nueva etapa que nos han regalado la ciencia, los científicos y médicos. Entonces hay que cultivarlo a lo largo de la vida
- Ahora mismo está investigando acerca de la digitalización una cuestión que también afecta y mucho a nuestros mayores.
- Sí, ha venido todo esto muy rápido, la pandemia aceleró esta digitalización y uno de los sectores o de los grupos de edad más afectados, son las personas mayores que no tienen esas habilidades y esos conocimientos. Son los más vulnerables a ser víctimas de ciberataques. Según los estudios hay como dos perfiles, uno de ciber mayores, otros de los que llamamos enloquecidos que digitales son los que han ido aprendiendo y descubriendo un mundo para poder hacer cosas, conocer a gente, aprender, clases, leer… el problema, como no tienen una formación son víctimas de ciberataques.
- Es que no es tan complicado caer, tampoco para personas que sí que estamos más o menos habituadas.
- Claro, por eso hay que formarles para protegerse digitalmente. Ellos son esas víctimas potenciales y lo que ocurre además es que hay mucha cifra negra, es decir, que no lo dicen, porque piensan si le digo a mi hijo que me han estafado…
- ¿Cree que la sociedad, la gente más joven se está dando cuenta de que los abuelos ya no son tan «abuelos» como los de las generaciones anteriores? Es decir, que ahora tanto por la esperanza de vida como por las posibilidades que existen pueden hacer mucho más.
- Para eliminar esos estereotipos hace falta el contacto intergeneracional, es importante que haya actividades o entornos donde haya gente mayor. Por ejemplo, yo le pregunto a los alumnos el primer día ¿vosotros con cuánta gente mayor tenéis contacto que no sean de vuestra? Y bueno, pues yo creo que cada vez hay más, pues gente porque coinciden en clases en el gimnasio. Entonces conoces a la persona y se eliminan esos estereotipos. Cuando conoces a una persona, al final te olvidas de la edad, de sus características físicas. Solo es tu amiga.
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