La llegada de los coches híbridos y eléctricos a las calles españolas ha obligado a que la Dirección General de Tráfico tenga que actualizar su propio Reglamento de Circulación. Los avances siempre obligan a reestructurar el sistema que conoces. En un escenario así las adaptaciones normativas pueden ser puntuales o auténticos terremotos y en este caso en concreto ha sido un mero acople. Nada ha cambiado a la hora de conducir para regular el tráfico de coches diésel, gasolina, híbricos y eléctricos, pero sí algún detalle muy puntual.
Es habitual encontrar en algunas calles que se han pintado plazas de aparcamiento de color verde. La imagen es más habitual en los parking. Siempre se sitúa cerca un cargador para que coches híbridos y eléctricos puedan recargar sus baterías sea donde sea. Pero ahí surge la duda, ¿puede un coche de gasolina o diésel aparcar en estas plazas verdes?
Podríamos pensar que estas plazas tienen la misma protección que las de minusválidos, las azules sobre las que es fácil encontrar cualquier tipo de vehículo obstaculizándola. Eso sí, en el caso de las 'plazas verdes' debe estar bien visible la señal que protege este espacio. La placa es la conocida como R-3089 y su mensaje deja bien claro que ese espacio está 'reservado' para la recarga de los coches híbridos y eléctricos. Hacer caso omiso a esta señal tiene nombre y multa.
El 'icing' consiste en estacionar o aparcar un vehículo cualquiera en una de esas 'plazas verdes' destinadas a la recargad e coches híbridos y eléctricos. Atendiendo a la normativa, esta práctica tiene una multa de entre 100 y 200 euros para el conductor infractor, que podría ver como se retira su vehículo por parte de la grúa municipal.
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