La DGT prohíbe conducir ya con uno de los tipos de gafas más comunes y usadas en España

La Dirección General de Tráfico (DGT) desempeña un papel fundamental en la concienciación y regulación de la circulación en las carreteras españolas. Es por ello que, normalmente, implementa campañas estratégicas dirigidas a distintos aspectos del tráfico, buscando reducir accidentes, promover conductas responsables y garantizar la protección de todos los usuarios de la vía.

Estas campañas de la DGT abordan temáticas variadas, desde el uso del cinturón de seguridad hasta el control de la velocidad, y se erigen como herramientas clave para generar conciencia sobre la importancia de seguir normativas y adoptar prácticas seguras al volante.

La última de ellas, pretende recordar que no está permitido conducir utilizando uno de los tipos de gafas más comunes y usadas en España: las gafas premontadas. Esta decisión surge en respuesta a preocupaciones relacionadas con la seguridad vial y la calidad de la visión de los conductores.

Según datos proporcionados por la DGT, más de un millón de conductores en España tienen una agudeza visual inferior al límite legal establecido, que es de 0,5. Esto significa que estos conductores están conduciendo con deficiencias visuales, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tráfico. Además, se estima que hasta 3,5 millones de conductores podrían mejorar su visión simplemente revisando y actualizando su graduación oftalmológica, que en muchos casos está desactualizada.

En este contexto, mejorar la visión de los conductores no solo podría reducir la incidencia de accidentes, sino que también podría acortar los tiempos de reacción en situaciones de emergencia en la carretera. Sin embargo, el problema no se limita únicamente a conducir con una graduación incorrecta, sino que un riesgo aún mayor radica en el uso de gafas inadecuadas para la conducción.

Las llamadas 'gafas premontadas' han ganado popularidad en los últimos años debido a su precio asequible y disponibilidad en farmacias y otros establecimientos minoristas. Aunque pueden ser útiles en situaciones específicas, como la lectura, desde la DGT insisten en que no son adecuadas para la conducción.

Estas lentes son básicamente lupas montadas en una estructura de gafas, y su diseño no cumple con los estándares ópticos necesarios para una visión adecuada al volante. De hecho, se venden con una graduación predeterminada que puede no coincidir con las necesidades visuales individuales de cada conductor, lo que puede provocar una visión distorsionada y aumentar el riesgo de accidentes, especialmente en casos de presbicia y astigmatismo.

Con todo, el organismo recuerda la importancia de respetar esta restricción y aconseja que los conductores que lo necesiten, comiencen a utilizar productos ópticos adecuados que hayan sido prescritos por un profesional.

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