Todos los espacios que tienen ahora mamparas en China

La normalidad, poco a poco, se va recuperando tras el coronavirus, que ha afectado a una innumerable lista de locales, escuelas, establecimientos, bares, restaurantes y otros lugares de ocio. La desescalada y vuelta a las calles en España se aproxima tras casi dos meses de confinamiento. Muestra de ello es la imagen que dejan los niños, que desde este domingo 26 de abril pueden salir a pasear, acompañados de un adulto durante una hora y cerca de su domicilio, manteniendo, eso sí, las distancias de seguridad apropiadas.

En países como China, foco de la pandemia, las restricciones ya se están reduciendo y las persianas comienzan a levantarse de nuevo. Los niños han vuelto a las clases, los comercios y locales han abierto de nuevo y la actividad industrial se ha reanudado. No obstante, se ha hecho con la máxima cautela, puesto que la batalla contra el patógeno no se ha ganado todavía.

En China las escuelas han abierto con mucho cuidado. «Desinfectamos las aulas entre tres y seis veces al día. Los pupitres en los que antes se sentaban dos alumnos son ocupados ahora solo por uno. Y el uso de mascarilla es obligatorio», explica una profesora de Xinjiang. El retorno a las aulas ha sido progresivo y se han establecido estrictos controles de entrada: los alumnos, que deben respetar siempre el distanciamiento social y protegerse con mascarilla quirúrgica, esperan en fila india a que se les tome la temperatura con un termómetro de infrarrojos o una cámara térmica antes de acceder al centro. Muchos centros han colocado mamparas individuales en zonas comunes como el comedor, para separar a los comensales y en las aulas se utilizan como pizarra para mostrar material educativo.

La economía de China se contrajo por primera vez en décadas el último trimestre cuando el coronavirus paralizó el país, sobre todo, al sector de la restauración. Lentamente, el ocio se ha vuelto a reactivar y los bares y restaurantes vuelven a servir copas y comida y a llenarse de gente bailando y bebiendo. Sin embargo, la imagen que presentan estos locales que ya han sido abiertos de nuevo al público dista un poco de la que mostraban antes del coronavirus. El aforo en estos establecimientos se ha reducido drásticamente, así como la distancia entre las mesas. También se ha limitado el número de comensales por reserva y se han colocado mamparas de separación.

La reapertura de hoteles en China, de momento, cuenta con baja ocupación y se limita al público nacional. Muchos de estos establecimientos cuentan con un protocolo de estándares operativos específicos post-covid, como el caso de los equipos de la cadena Meliá que ya se están aplicando en China.

El gigante asiático ha instalado en muchos hoteles mamparas de distanciamiento en las recepciones, espacios con gel hidroalcohólico y mascarillas. Además, se pretende agilizar al máximo el proceso de identificación (check in) para que el cliente esté el menor tiempo posible en la recepción. En las habitaciones, se hace especial hincapié en la limpieza de los elementos que tocan más los clientes, como los mandos a distancia, pomos de puertas, grifos o mandos de ducha y se aplica una solución de ácido hipocloroso que elimina posibles virus en todas las superficies, incluyendo textiles.

Son muchos los trabajadores que han estado sin poder acudir a sus puestos de trabajo durante los meses de confinamiento, sobre todo, los considerados como no esenciales. Desde que se levantaran las restricciones en China, el país ha ido recuperando la rutina y las oficinas, empresas y la industria han vuelta a ser operativas, con las medidas de seguridad y distanciamiento oportunas. En muchos espacios de trabajo, los escritorios dejan de situarse unos al lado de otros y pasan a estar separados por paredes, mamparas o en cubículos. Además, los empleados portan mascarillas e incluso máscaras protectoras.

El transporte público ha sido otro de los principales afectados por la pandemia del coronavirus. El número de viajeros ha disminuido, claramente, durante los meses de confinamiento, sumado por el temor de compartir un espacio cerrado con otras personas. Por estas razones, son muchos los usuarios que se han decantado por el vehículo particular y otros medios de transporte como la bicicleta. No obstante, el transporte público ha aumentado las medidas higiénicas para garantizar un desplazamiento seguro en China, con la colocación de mamparas en la parte del conductor, la anulación del pago en efectivo y la limitación del aforo. Además, los usuarios portan mascarillas protectivas.