Desde la irrupción del coronavirus, la mascarilla lleva más de dos años siendo un complemento más del día a día. Olvidarla es un error. Salir de casa sin ella es impensable para entrar en cualquier establecimiento o utilizar el transporte público.
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Aunque dejó de ser obligatoria en exteriores en febrero, no ha desaparecido de nuestras vidas todavía. De hecho, ha seguido acompañándonos en aglomeraciones y grandes eventos y en espacios cerrados.
Ahora, la situación pandémica del país ha llevado a plantearse, de nuevo, la liberación del cubreboca en interiores. España ha sido pionera en gripalizar el coronavirus. No obstante, parece ser más cauta a la hora de despedirse de las mascarillas definitivamente. La primera vez que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló sobre la posibilidad de retirar las mascarillas en interiores fue en febrero. Dos meses después, el Congreso ha aprobado una moción acordada por Ciudadanos con el PSOE que insta al Gobierno a suprimir la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores pero, eso sí, cuando así lo aconsejen la comunidad científica y las autoridades sanitarias.
Ahora en la mesa del Gobierno, se ha abierto la posibilidad de adelantar la retirada de las mascarillas en interior antes de Semana Santa tal y como lo refleja un documento que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha enviado a los técnicos de Salud Pública.
En él, Simón propone como fecha para despedirse de este dispositivo de protección el 12 ó 13 de abril, es decir, un par de días antes de las vacaciones de Semana Santa. Si esta será el momento de decir adiós a las mascarillas se sabrá el miercoles, ya que el Consejo Interterritorial se reunirá para abordar cuándo y cómo desaparecerán las mascarillas en interiores.
No obstante, la comunidad científica pide cautela. El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, ve «demasiado precoz» la decisión en un momento en el que las tasas de incidencia Covid siguen siendo «muy elevadas». En la misma línea se sitúa Luis Enjuanes, jefe del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC). El virólogo cree que «hay que ir retirando las mascarillas pero con 400 casos por 100.000 habitantes como estamos, no. Hay que hacerlo con mucho cuidado y con mucha lentitud, cuando bajemos esas cifras», opina. «Creo que ahora cambios tan drásticos no proceden».
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