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Reflejo de una mano sobre un espejo. EFE

El espíritu de Bloody Mary o Verónica: terror frente al espejo

Una adolescente atrapada entre el mundo de los vivos y los muertos puede aparecerse tras invocarla

Jueves, 28 de octubre 2021

Es una de las historias más aterradoras que se cuentan en Halloween. Bloody Mary, Verónica o María Sangrienta. Son tres nombres diferentes de llamar a la protagonista de la leyenda del espejo.

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Verónica es una adolescente que murió y su cuerpo ha quedado atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Algunas versiones la consideran la hija de Satanás. ​Ella aparece tras ser invocada con algún rito, según las diferentes versiones de la leyenda. No obstante, en todas ellas coincide que su nombre ha de ser pronunciado tres veces frente al espejo para que aparezca.

Sobre el origen de esta leyenda, existen dos versiones diferentes. En una de las historias, Bloody Mary era una joven de 15 años de lo más presumida, sobre todo, con su cabello, el cual cepillaba todas las noches cien veces. Un día, un hombre se escondió en el armario de la adolescente para gastarle una broma mientras ella se peinaba el pelo.

Cuando estaba distraída, el hombre salió del armario y le tapó la boca con un pañuelo para que no gritara mientras le cortaba todo el pelo. Mary no soportaba verse al espejo sin su cabello y se sentía fea, por lo que terminó suicidándose. Por eso, la leyenda dice que si enciendes tres velas frente a un espejo, te cepillas el pelo cien veces y repites tres veces el nombre de Bloody Mary o Verónica, ella aparecerá.

La otra versión que existe de esta leyenda cuenta que Bloody Mary era una chica que estaba muy enferma y, tras pasar varios días en coma, fue enterrada en el jardín de su casa por su padre.

La madre de Mary no quería despegarse de la tumba de su hija, por lo que el padre de Mary le inyectó morfina para que no se fuera a morir de frío, y antes de irse a dormir, amarró en la mano de su hija un hilo y al otro extremo una campana.

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Al día siguiente cuando el padre de Mary despertó, encontró la campana tirada en el suelo, por lo que corrió a abrir la tumba de su hija. Las manos de Mary estaban llenas de sangre y sus dedos no tenían uñas. El padre de Mary, desconsolado, se fijó que el ataúd tenía rasguños y que las uñas de su hija estaban incrustadas en él.

Esta leyenda dice que, si enciendes tres velas frente a un espejo y dices tres veces Bloody Mary mientras das tres vueltas, es probable que esta aparezca.

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