B. S.
Miércoles, 2 de marzo 2022, 00:58
Los gatos son animales de lo más especiales. Convivir con uno de ellos aporta compañía, cariño y diversión. No obstante, también es una gran responsabilidad. Los felinos tienen un comportamiento de lo más peculiar que debemos conocer y respetar.
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Saber cómo se siente tu gato es, a veces, un misterio. Los felinos se comunican con nostros de muchas formas. Utilizan su cola para mostrarnos cómo se sienten. A veces la inflan cuando se sienten nerviosos o para alertar de algún peligro. Con el mismo fin, son capaces de silbar. Además, los gatos que sienten dolor silban cuando los tocan en un lugar que les duele. También pueden llamar nuestra atención con los maullidos y con los ronroneos.
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Son animales de lo más territoriales. Marcan partes de las casa como el sofá o las cortinas y arañan los muebles para dejar clara su posición ante otros animales o personas desconocidas. También pueden hacer lo mismo con sus dueños; muchas veces, frotan su cabeza contra la nuestra para dejar su olor en nosotros.
Muchas personas piensan que los gatos son independientes y nada cariñosos. Aunque adoran su espacio y su intimidad, también disfrutan de la atención de sus dueños. De hecho, tienen muchas maneras de demostrar que nos quieren. Notarás que, cuando están mucho tiempo solos en casa, te siguen a todas partes cuando regresas. Hasta para ir al baño.
Así, los gatos no son animales ariscos, simplemente, prefieren ser ellos los que deciden cuándo necesitan su dosis de mimos y cuidados. De hecho, muchas veces habrás notado que vas a tocar a un gato y sale corriendo. Esto es porque no tolera el contacto visual que haces con él y, aunque tu intención sea darle cariño, el felino puede pensar que lo vas a atacar y como medida de defensa se aleja.
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Por este motivo, odian que les miremos fijamente a los ojos. El contacto visual directo es, para un gato, signo de dominancia. Los felinos perciben este tipo de miradas como amenazas y, por eso, pueden llegar a sentirse intimidados, confundidos y, sobre todo, molestos. Mirar a tu mascota directamente a los ojos es una señal de dominancia y no le transmite confianza. También, puede sentir que invades su espacio o que hay algún problema y para evitarlos prefiere darse la vuelta y salir.
Para ganarte la confianza de tu gato, parpadea despacio mientras le miras a los ojos. Si te devuelve la mirada y parpadea lentamente te habrás ganado su amistad.
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