La raza de perro que vale más que un Ferrari

Ostenta el título de ser, por el momento, la raza de perro más cara del mundo. De hecho, allá por el 2015 un empresario chino, según informó en aquel entonces el portal 'Go Banking Rates', compró un ejemplar por un total de 1,9 millones de dólares (aproximadamente unos 2 millones de euros).

Se trata del dogo del Tíbet o mastín tibetano, una de las razas más antiguas del mundo. Según indican en la web de Purina, se cree que tiene más de 3.000 años de historia y que se empleaba en su país natal como perro guardián para proteger las propiedades y también al ganado. Todavía hoy se utiliza en el Himalaya para la custodia de los rebaños y como guardián de los monasterios. Es más, indican que el propio Marco Polo describía al mastín tibetano como un perro «alto como un burro, pero con un vozarrón potente como el del león».

Esta raza de perro, según describen en el citado portal, es «relativamente nueva» para los amantes de los perros, pues «hace solo un siglo que empezó a llamar la atención de los criadores occidentales».

Entre sus características destaca su velocidad, ya que puede alcanzar los 23 km/h corriendo, y su fuerza. Sin embargo, lo que más llama la atención es su figura robusta y majestuosa, que le hace parecer un león. Es poderoso, pesado y de apariencia solemne y seria.

Para encontrar una similitud, podríamos decir que esta raza de perro vale más que un piso e, incluso, que un Ferrari. Está considerado un símbolo de lujo y riqueza en Oriente y su precio medio es de 550.000 euros, aunque se ha dado el caso de personas que han pagado verdaderas fortunas por hacerse con un ejemplar alcanzando a pagar unos 2 millones de euros.

Así es la raza de gato Ashera, la más cara del mundo.

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