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LAS PROVINCIAS
Viernes, 8 de febrero 2019, 01:43
En enero de 2015, el volcán de la isla Hunga Tonga entró en erupción. Cuando se asentaron las cenizas, una nueva isla había surgido entre dos islas ya existentes: entre Hunga Tonga y Hunga Ha'apai. Tenía una altura de nada menos que 120 metros.
Bautizada como HTHH por la combinación de nombres de las dos islas entre las que se encuentra, los científicos tratan de anamizar el misterioso y desconocido material que forma su suelo. Creen que podría explicar incluso la formación de vida en Marte, al comprender que podrían haber tenido procesos geológicos similares.
En las imágenes captadas por la NASA se puede ver varios tipos de superficie: una arenosa, con algo de vegetación; otra, como si se tratara de tierra, y, por último, una con aspecto arcilloso.
Dan Slayback, un investigador de la NASA, explicó su experiencia en la isla: «Casi todos llevábamos sandalias y era muy doloroso cuando las piedras se metían bajo la planta de los pies. También hay como una arcilla que se extiende desde el centro. En las imágenes por satélite ves este material de color bastante claro, es lodo arcilloso».
No sólo el lodo desconcierta a los investigadores, también la vegetación que está colonizando el terreno y que probablemente creció de semillas que llegaron a la isla en las heces de aves.
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