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La diseñadora Adriana Iglesias, con una de sus creaciones en seda. Miguel Reveriego

La seda que conecta Valencia con Oriente

La historia de la ciudad no sería la misma sin un tejido que va más allá de la indumentaria gracias a grandes diseñadores como Christian Dior o Valentino

Jueves, 30 de marzo 2023, 01:05

Dice Vicente Gracia, a quien llaman en Christie's el joyero poeta, que el pasado islámico de Valencia está presente en cada rincón de la ciudad, que está mucho más conectada con Oriente de lo que los valencianos son capaces de asumir. Gracia, Premio ... Nacional de Diseño en 1986 y de Artesanía en 2014, se ha planteado como misión recuperar la Ruta de la Seda, que permitió conectar Valencia con Génova, pero también con todo el Oriente y la tradición sedera que hunde sus raíces en China. Incorporarla a nuestro patrimonio cultural ha sido un objetivo del Colegio del Arte Mayor de la Seda, pero también de entidades como la Universitat de Valencia. «Nosotros somos mercaderes, y ahí está la Lonja, una obra maestra del gótico civil, patrimonio de la humanidad, para demostrarlo. El edificio histórico más importante que tenemos no es la catedral, sino ese lugar donde se mercadeaba con sedas», constata Gracia.

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La seda ha llegado hasta nuestros días principalmente en la indumentaria valenciana, que gracias al Colegio del Arte Mayor de la Seda -el Gremi de Velluters- ha mantenido el oficio vivo durante siglos, con sus crisis incluidas. El cultivo de moreras fue introducido por los árabes y todavía hoy en día hay alquerías en la huerta valenciana donde se conservan algunos 'terrados' usados para la cría del gusano de seda. Lamentablemente, esta práctica ya ha desaparecido, vencida por métodos modernos de extracción de la seda de los capullos, y que se pueden ver en el Museo de la Seda recuperado por la Fundación Hortensia Herrero e inaugurado en 2016.

La indumentaria valenciana ha mantenido viva la tradición de los tejidos en seda más allá de las modas, y el espolín, bordado con técnicas artesanales, una obra de arte al alcance de pocos bolsillos. Vicente Genovés, que hasta el pasado año fue presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda, explica cómo desde la entidad luchan por reivindicar el trabajo de los tejedores que todavía producen piezas con métodos antiguos. «Es muy importante poner en valor el trabajo de artesanos que se ha podido mantener hasta nuestros días», explicaba en una entrevista. Una de las grandes expertas en este tejido es la indumentarista Victoria Liceras, que ha comisariado una de las exposiciones que se han celebrado en el Museo de la Seda, y donde se pudo ver, por ejemplo, la marlota de Boabdil el Chico en la rendición de Granada, una especie de túnica bordada en seda tintada en el color rojo que distinguía a la familia a la que pertenecía el último rey de Granada.

La Reina Letizia, todavía princesa en el momento de su boda, con un vestido de novia elaborado con seda valenciana de Alberto Catalá. EFE/BALLESTEROS

Uno de los grandes sederos valencianos es Alberto Catalá, que heredó un negocio familiar con mucha historia y que en su día realizó el tejido del vestido de novia de la reina Letizia. La seda llevada a la moda ha estado presente en las colecciones de prestigiosos diseñadores como Christian Dior, Pierre Balmain, Yves Sain Laurent, Carolina Herrera, Emilio Pucci, Lanvin, Givenchy, Karl Lagerfeld, Guy Laroche, Balenciaga, Valentino o Gaultier. El noble tejido se ha usado tradicionalmente en la alta costura, y todavía hoy es una de las materias primas más costosas. También nuestro creador más internacional, Francis Montesinos, llegó a presentar hace casi una década en la Fashion Week madrileña una colección que él denominó 'Silk on the road', y en la que había creado cuarenta diseños elaborados con seda, en un homenaje a esa ruta memorial que tanto ha fascinado a lo largo de la historia.

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El uso de la seda en la moda tiene además otro referente muy relacionado con Valencia, la diseñadora Adriana Iglesias. Asturiana de nacimiento, ejecutiva durante años, se reinventó, se instaló en Valencia y comenzó a trabajar en el mundo de la moda con su propia marca, con prendas elaboradas sobre todo en seda, muy atemporales y sostenibles, y que han vestido grandes estrellas del cine y la televisión, como Jane Fonda o Hailey Bieber.

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