T.V
Jueves, 16 de diciembre 2021, 21:24
El coche eléctrico ha llegado para quedarse y está revolucionando por completo el mercado automovilístico. Viajar en uno de estos vehículos supone reducir las emisiones de CO2 hasta la tercera parte de lo que supondría con un motor de gasolina, pero también tiene su lado complicado, según ha detallado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un estudio.
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La OCU apunta a que viajar en un coche eléctrico todavía supone bastantes puntos a tener en cuenta que dificultan la experiencia frente al vehículo de gasolina. «Hay que aumentar el número de estaciones de carga, unificar las aplicaciones y abaratar la energía para que el coche eléctrico resulte económico y compita ventajosamente con los combustibles fósiles», explican desde la organización.
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Porque si bien es cierto que el empleo de estos vehículos mejora la calidad del aire y reduce la contaminación, es necesario que para los consumidores sea una opción fácil optar por ellos, que no suponga mayores desembolsos ni complicaciones.
Según el estudio realizado por la OCU, una de esas barreras que frena a los consumidores a decantarse por este tipo de coches es la fluctuación de los precios de la energía eléctrica, que ha ido subiendo con fuerza. Además, un viaje en coche eléctrico requiere aún de una planificación previa para localizar las estaciones de recarga en la ruta y calcular dónde parar según la autonomía del vehículo que conduces, tal y como apuntan desde la organización. «En el desplazamiento por autovías es relativamente sencillo encontrar puntos de recarga, que suelen estar en las estaciones de servicio. Sin embargo, cuando nos desviamos a carreteras convencionales, puede haber muchos kilómetros de distancia entre un punto y otro», inciden desde la OCU. Por el momento, en España por ahora tan solo hay 8.545 estaciones públicas de recarga para más de 160.000 km de carreteras, y de esas estaciones, 7.730 son de carga lenta.
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Además, otro aspecto a mejorar es la gran disparidad de precios a los que se vende la energía, y que hace que varíe bastante entre cargar en casa o en cargadores públicos y dentro de estos, entre las compañías. «La elección del lugar de recarga es vital para que la movilidad eléctrica resulte una opción económica», asegura la OCU. Además, cada red de cargadores se maneja desde una app distinta en el móvil, en la que hay que añadir un medio de pago: «Esto complica mucho la vida a los usuarios si quieren aprovechar todos los puntos de recarga disponibles», concluyen desde la organización.
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