¿Es perjudicial para el vehículo echar gasolina low-cost?

El precio de la gasolina está alcanzando máximos históricos, llegando a rozar 2 euros el litro. En la gasolinera de Picassent que visitó este diario, el coste era de 1,999 euros la gasolina de 98 octanos, mientras que la de 95 se situaba en los 1,895 y el diésel en 1,769 también con valores históricos. Ante esta situación, muchos conductores optan por rellenar su depósito en estaciones low-cost, lo que les permite ahorrarse una buena cantidad de dinero.

Pese a ello, muchas personas dudan de si acudir a estas gasolineras al pensar que este tipo de carburante puede dañar su motor. Pero la realidad es que por muy baratas que sean, no son dañinas para el coche. CHL entrega la misma materia prima a las todas las estaciones de servicio, sean estas de low-cost o de marca. Además, los combustibles low-cost pasan los estándares requeridos y regulados por la Ley de Hidrocarburos.

¿Donde radica entonces la diferencia? Las empresas que venden el producto a los conductores venden productos de calidad que mejoran la salud del vehículo. Esta gasolina lleva aditivos que sirven por ejemplo para mantener limpios los sistemas de inyección, mejorar la potencia del motor o incluso reducir la contaminación. Estas primeras marcas afirman que mejoran los datos de consumo y los kilómetros que se pueden recorrer con un mismo depósito. Sin embargo, el carburante low-cost es perfectamente apto, aunque no tendrá ese componente benficioso para el vehículo.

Otra diferencia entre las gasolineras premium y las low-cost estriba en el personal de las mismas. Las segundas suelen contar con pocos trabajadores o ninguno, lo que les permite apostar por precios competitivos. Además de esto se incluye su ubicación al lado de un supermercado. Muchas estaciones tienen la identidad de marca de grandes superificies comerciales, lo que les deja estipular precios asequibles y jugar con descuentos adicionales por compras en los establecimientos.

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