![Cómo bajar la tensión alta y qué hacer si tengo más de 14/9](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/05/17/hipertension-kXJ-U220180533291afD-1200x840@Las%20Provincias.jpeg)
![Cómo bajar la tensión alta y qué hacer si tengo más de 14/9](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/05/17/hipertension-kXJ-U220180533291afD-1200x840@Las%20Provincias.jpeg)
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Se calcula que en el planeta hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión, 10 de ellos están en España y, de estos, tan solo 3,5 millones están tratados y controlados. Detrás de todos estos datos se esconde otri mucho más temible: la hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el mundo, y no todo el mundo sabe ni por qué se produce ni cómo rebajarla.
Pero, ¿cuánto podemos decir que alguien es hipertenso? Según la Organización Mundial de la Salud se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre en nuestros vasos sanguíneos es demasiado alta (de 140/90 mmHg o más). A veces no causa síntomas y la única forma de detectarla es tomarse la tensión arterial. Por eso se le conoce también como 'la enfermedad silenciosa'.
De la tensión arterial se dan dos valores: el primero es la tensión sistólica y corresponde al momento en que el corazón se contrae o late, mientras que el segundo, la tensión diastólica, representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.
Para establecer el diagnóstico de hipertensión se han de tomar mediciones dos días distintos y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a 140 mmHg y la diastólica superior o igual a 90 mmHg, explica la OMS.
LÍMITES
Presión arterial ideal igual o inferior a 120/80 mmHg
Presión arterial normal igual o inferior a 135/85 mmHg
Presión Arterial normal alta 136-139/86-89 mmHg
Hipertensión grado I igual o superior a 140/90 mmHg
Hipertensión grado II igual o superior a 160/100 mmHg
Hipertensión grado III o severa igual o superior a 180/110 mmHg
La mejor manera de saber si se tiene la tensión alta es tomársela. Si no se trata, la hipertensión puede causar enfermedades como insuficiencia renal, enfermedades del corazón y derrames cerebrales.
Según las estimaciones, el 46% de los adultos en el mundo desconocen que son hipertensos, según la OMS, y en España el 48% de los pacientes que se atienden en las consultas de Atención Primaria en España padecen hipertensión arterial (HTA), según los últimos datos del Estudio IBERICAN, investigación epidemiológica liderada por SEMERGEN.
La OMS señala que el riesgo de hipertensión puede aumentar por la edad avanzada, por causas genéticas, por sobrepeso u obesidad, por falta de actividad física, por comer con mucha sal o por beber demasiado alcohol y apunta varios métodos para rebajarla.
Así, hay cambios de hábitos, como tomar alimentos más saludables, dejar de fumar y practicar más actividad física, que pueden ayudar a reducir la tensión arterial, aunque algunas personas pueden necesitar medicamentos.
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La mayoría de personas hipertensas no tienen síntomas, aunque la tensión arterial muy alta puede causar dolor de cabeza, visión borrosa, dolor en el pecho y otros síntomas. Hay cambios de hábitos que ayudan a reducir la tensión arterial alta, señala la OMS, entre ellos:
• Tomar una dieta saludable y baja en sal
• Perder peso
• Practicar actividad física
• Dejar de fumar.
• Si tiene usted la tensión alta, es posible que el médico le recomiende tomar uno o varios medicamentos para rebajarla hasta un nivel que dependerá de las otras enfermedades que padezca.
Hay cambios de hábitos que pueden ayudar a las personas con hipertensión a reducir su tensión arterial, algunos de ellos muy básicos y al alcance de todos.
• Comer más frutas y hortalizas
• Pasar menos tiempo sentado
• Hacer actividad física, ya sea caminar, correr, nadar, bailar o actividades para ganar fuerza, como levantar pesas
- Practicar cada semana al menos 150 minutos una actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de una actividad aeróbica intensa
- Hacer ejercicios para ganar fuerza dos días o más cada semana
• Perder peso si se tiene obesidad o sobrepeso
• Reducir y gestionar el estrés
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Al reducir la hipertensión prevenimos los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud, por lo que se deben evotar algunas conductas. Esto es lo que NO se debe hacer.
• Tomar demasiada sal (no se deben superar los 2 g al día)
• Comer alimentos con muchas grasas trans o saturadas
• Fumar o consumir tabaco de otra manera
• Beber demasiado alcohol (como máximo, una copa las mujeres y dos los hombres)
• No tomarse la medicación o tomar la de otra persona.
Deberá reducir la tensión hasta menos de 130/80 si tiene también:
• Una enfermedad cardiovascular (del corazón) o un derrame cerebral
• Diabetes (un exceso de azúcar en la sangre)
• Insuficiencia renal crónica
• Riesgo elevado de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Para la mayoría de las personas, el objetivo es una tensión arterial inferior a 140/90.
Hay distintos tipos de medicamentos que se suelen prescribir para reducir la tensión arterial:
• Inhibidores de la ECA que relajan los vasos sanguíneos y previenen que se dañen los riñones, como el enalapril y el lisinopril.
• Bloqueantes de los receptores de angiotensina II que relajan los vasos sanguíneos y previenen que se dañen los riñones, como el losartán y al telmisartán.
• Antagonistas del calcio que relajan los vasos sanguíneos, como el amlodipino y el felodipino.
• Diuréticos que eliminan el exceso de agua del cuerpo y reducen la presión tensión arterial, como la hidroclorotiazida y la clortalidona.
Las personas que tienen la tensión arterial muy alta (de 180/120 o más) pueden presentar estos síntomas:
Dolor intenso de cabeza
Dolor en el pecho
Mareos
Dificultad para respirar
Náuseas
Vómitos
Visión borrosa o cambios en la visión
Ansiedad
Confusión
Pitidos en los oídos
Hemorragia nasal
Si tiene usted alguno de estos síntomas y la tensión arterial muy alta, acuda de inmediato a un profesional de la salud.
La única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional de la salud para que mida nuestra tensión arterial. Se trata de un proceso rápido e indoloro que también podemos hacer nosotros mismos con un aparato automático, si bien es importante que un profesional valore el riesgo existente y los trastornos asociados.
Entre los factores de riesgo modificables figuran las dietas malsanas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y hortalizas), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad.
Por otro lado, existen factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.
Entre otras complicaciones, la hipertensión puede producir daños cardiacos graves. El exceso de presión puede endurecer las arterias, con lo que se reducirá el flujo de sangre y oxígeno que llega al corazón. El aumento de la presión y la reducción del flujo sanguíneo pueden causar:
• Dolor torácico (angina de pecho).
• Infarto de miocardio, que se produce cuando se obstruye el flujo de sangre que llega al corazón y las células del músculo cardiaco mueren debido a la falta de oxígeno. Cuanto mayor sea la duración de la obstrucción, más importantes serán los daños que sufrirá el corazón.
• Insuficiencia cardiaca, que se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre y oxígeno a otros órganos vitales.
• Ritmo cardiaco irregular, que puede conllevar la muerte súbita.
• La hipertensión puede también causar la obstrucción o la rotura de las arterias que llevan la sangre y el oxígeno al cerebro, lo que provocaría un accidente cerebrovascular.
• Asimismo, puede causar daños renales que generen una insuficiencia renal.
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Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, SEMERGEN ha querido trasladar a la población la importancia de conocer las cifras tensionales para prevenir, detectar y tratar las enfermedades provocadas por la presión arterial elevada, ya que es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares tanto en España como en el mundo.
Según el estudio, los principales factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en población adulta española asistida en Atención Primaria son la obesidad abdominal (55,6%), la dislipemia (50,3%) y la hipertensión arterial (48%). Otro de los aspectos destacables es que la obesidad y la diabetes mellitus fueron, en el análisis multivariante, las variables que se asociaron con más fuerza a la presencia de hipertensión arterial.
«La medida más eficaz para conocer si tenemos hipertensión arterial es medir nuestras cifras tensionales. Es una medida fácil, no dolorosa y que se hace en las consultas de Atención Primaria de toda España innumerables veces todos los días», ha destacado Pallarés.
El estudio IBERICAN (Identificación de la Población Española de Riesgo Cardiovascular y Renal) es, según SEMERGEN, el proyecto de investigación más importante sobre morbimortalidad en España. Es un estudio epidemiológico, prospectivo, multicéntrico, observacional y longitudinal en el que participan más de 500 investigadores y que ha reclutado 8.066 pacientes en los centros de salud de todo el territorio nacional. Su objetivo es analizar la prevalencia, incidencia y distribución geográfica de los factores de riesgo cardiovascular en población adulta española asistida en Atención Primaria.
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