Un estudio revela que la frecuencia con la que vas al baño dice mucho sobre tu salud general: «Hay un aumento de toxinas en el torrente sanguíneo»
El papel de la microbiota intestinal en este fenómeno es crucial
La frecuencia con la que una persona va al baño podría ser un indicador clave de su estado de salud. Así lo sugiere un estudio reciente publicado en Cell Reports Medicine, que analiza cómo la regularidad en la evacuación influye en el organismo y su bienestar a largo plazo. La investigación, liderada por Sean Gibbons, del Instituto de Biología de Sistemas, aporta nueva evidencia sobre la relación entre el tránsito intestinal y la presencia de toxinas en el torrente sanguíneo.
Durante años, los médicos han advertido que tanto el estreñimiento como la diarrea pueden ser signos de afecciones subyacentes. Sin embargo, esta nueva investigación amplía el alcance del problema, al demostrar que incluso personas aparentemente sanas pueden experimentar efectos negativos en su fisiología si sus hábitos intestinales se desvían de la frecuencia considerada óptima.
El estudio clasificó a los participantes en cuatro grupos según la regularidad de sus deposiciones: estreñimiento (una o dos veces por semana), normal-baja (tres a seis por semana), normal-alta (una a tres veces al día) y diarrea (más de tres diarias). Los resultados revelaron que aquellos con una frecuencia extrema, ya fuera baja o alta, mostraban niveles elevados de metabolitos potencialmente tóxicos en sangre.
Impacto de la microbiota intestinal
El papel de la microbiota intestinal en este fenómeno es crucial. Según los investigadores, cuando las heces permanecen demasiado tiempo en el intestino, ciertos microbios degradan la fibra y fermentan las proteínas, generando sustancias como el sulfato de indoxilo, que puede resultar perjudicial para la función renal. Por otro lado, un tránsito demasiado rápido impide la adecuada reabsorción de ácidos biliares, lo que puede afectar la digestión de grasas y otros procesos metabólicos.
Gibbons señala que incluso en personas sanas que sufren de estreñimiento, «hay un aumento de estas toxinas en el torrente sanguíneo», lo que subraya la importancia de mantener una frecuencia intestinal equilibrada. En este sentido, el estudio destaca la llamada 'zona de Ricitos de Oro', un término utilizado para describir la frecuencia óptima de una o dos deposiciones diarias, donde prosperan las bacterias beneficiosas asociadas con la salud digestiva.
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