Unos niños juegan en un parque infantil, en una imagen de archivo. González Molero

El pediatra Carlos González avisa: «Los niños saben distinguir el cariño de las amenazas»

El experto relata diversas experiencias personales con las que pretende ilustrar cómo la conexión emocional influye en el desarrollo infantil

Martes, 11 de febrero 2025, 01:08

El pediatra Carlos González, reconocido por su enfoque en la crianza con apego y autor de libros como 'Bésame mucho' y 'Un regalo para toda la vida', ha compartido recientemente reflexiones sobre la importancia del cariño en la infancia. A través de su canal de YouTube y su pódcast 'Criando sin miedo', ha relatado diversas experiencias personales con las que pretende ilustrar cómo la conexión emocional influye en el desarrollo infantil.

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Uno de los recuerdos que González ha expuesto, tuvo lugar cuando tenía siete años. Despertó en mitad de la noche tras una pesadilla que lo dejó profundamente angustiado. «Soñé que una ostra expulsaba a su perla, y la perla se quedaba allí solita en el mar llorando como si la ostra la había echado de la concha. Me desperté llorando desesperado», explica. En ese momento de angustia, sus padres le acogieron en su cama, brindándole el consuelo y la seguridad que necesitaba. Según el pediatra, este gesto de cercanía es esencial en los primeros años de vida, ya que refuerza la sensación de protección y amor.

«Supe lo que siente un bebé en brazos de su madre»

A lo largo de su infancia, González durmió en la habitación de sus padres hasta los nueve años. Más adelante, cuando sus padres decidieron que era momento de dormir solo, le instalaron una camita plegable en la biblioteca familiar. «Me pusieron una camita plegable en la biblioteca, donde mi padre tenía sus dos mil libros. Más adelante, tuve mi propia habitación, pero para eso tuve que esperar a que mi hermano se fuera de casa», recuerda.

Otro de los momentos que marcó su infancia ocurrió a los doce años, cuando una tarde en la que se sentía aburrido, su madre lo cogió en brazos y comenzó a cantarle. «Estaba aburrido, y mi madre me sentó en sus rodillas y empezó a cantar», cuenta. Para él, este gesto representó una experiencia única y reveladora. «Durante diez o quince minutos, supe lo que siente un bebé en brazos de su madre. Y les puedo asegurar que es maravilloso», explica.

Asimismo, González ha querido destacar que los niños son capaces de distinguir entre un juego, una historia ficticia y una amenaza real. «Quizá algún purista diga: 'Estas canciones traumatizan a los niños'. Pero no, los niños saben distinguir. Más allá de las palabras, lo que notan es el cariño». De acuerdo con el pediatra, lo realmente importante en la crianza no es evitar determinadas expresiones o relatos, sino asegurar que el niño perciba el amor y la seguridad en cada interacción.

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