El alimento energético que sustituye al azúcar, está cargado de fibra y ayuda a reducir el colesterol

Llevar una buena alimentación no tiene por qué suponer que tengas que dejar de tomar ese chocolate que tanto te gusta o que no puedas salir a comer una pizza o hamburguesa. La clave está en adoptar pequeños hábitos que te permitan mantener una rutina saludable, como dejar de lado los productos precocinados como parte de tus comidas principales del día o tomar cada vez menos bollería y azúcares.

Y dentro del mundo 'healthy', puede que hayas escuchado hablar también de los superalimentos. Aunque a veces se vendan como productos exóticos, la realidad es que muchos de ellos los tenemos muy a mano, tanto que algunos incluso están siempre en nuestra cocina. Se trata de ingredientes cargados de propiedades, con tantos beneficios que se han convertido en una tendencia dentro de la alimentación saludable porque permiten hacer platos muy completos y nutritivos sin necesidad de hacer recetas muy elaboradas.

Vale la pena tenerlos en la despensa, además de por la gran versatilidad que aportan a la hora de cocinar, por el impacto tan positivo que su consumo, a largo plazo y de forma constante, deja en el organismo. Por ejemplo, uno de ellos son los higos, ideales como sustitutivos al azúcar en recetas saludables gracias a su dulce sabor y también son perfectos para hacer postres o batidos, ponerlos en ensaladas, sandwiches y tostas para dar un toque sabroso y diferente o incluso para preparar mermeladas o tomarlos con queso y miel.

Para empezar, su alto aporte de fibra, tanto solubles como insolubles, es una de las propiedades más destacables, con 3 gramos por cada 100 g. De esta forma reducen los picos de glucosa en sangre y regulan los niveles de azúcar en el organismo, lo que también ayuda a controlar los antojos durante el día. Eso sí, no son del todo recomendables para diabéticos por su alto contenido en azúcar. Por otra parte, la fibra también se encarga de estimular los movimientos intestinales y combatir el estreñimiento.

Además, las fibras solubles también ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre al reducir la absorción de esta sustancia en el torrente sanguíneo. Los higos tienen flavonoides y carotenoides, antioxidantes que ayudan a impedir la oxidación de las células de grasa y equilibrar los triglicéridos en la sangre, cuidando la salud cardiovascular. Tampoco contienen grasas saturadas, colesterol o sodio, por lo que son perfectos para cuidar la salud de las arterias.

Los higos tampoco se quedan cortos en vitaminas, entre las que destacan la K y las del grupo B, como B1, B5 y B6, además de aportar minerales como hierro y potasio. Los huesos también se ven fortalecidos si comienzas a incorporar higos en tu alimentación, ya que aportan 35 mg de calcio por cada 100 gramos y otros 17 mg de magnesio.

Este ingrediente es todo un 'must' para deportistas ya que son una potente fuente de energía. 100 gramos de higos frescos aportan 75 kcal, de las cuales 16 gramos son hidratos de carbono, por lo que ayudan a hacer de forma más eficiente los movimientos durante el entrenamiento y tener mayor potencia y fuerza.