El mejor aceite para cocinar con el colesterol alto y qué comer durante el día

El colesterol alto es uno de los problemas cardiovasculares que afectan a multitud de españoles y que obligan a adaptar los hábitos de vida a unos lo más saludables posibles para evitar el riesgo que pueden llegar a suponer, que van desde ictus y accidentes cerebrovasculares hasta un infarto. De ahí que sea fundamental prestar atención a las revisiones médicas y cuidar tanto la alimentación como la actividad física que se mantiene.

El estilo de vida y la dieta son la «piedra angular» para prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducir sus factores de riesgo. Y es que los avances científicos y tecnológicos no son suficientes para tratar este tipo de problemas, por lo que se debe partir de una concienciación individual.

Pero para cuidar el colesterol y la salud cardiovascular hay que desterrar viejos mitos, como el de que solo las dietas bajas en grasa son buenas. En concreto, hay una dieta en España que es la mejor para tratar este problema de salud, según detallan desde la Sociedad Española de Asteriosclerosis (SEA): nuestro país cuenta con el «privilegio de la cultura» de la dieta mediterránea, que sí es rica en grasas, y que es el «patrón idóneo» para prevenir las enfermedades cardiovasculares, tal y como asegura el presidente de la SEA, Carlos Guijarro, en declaraciones a Europa Press.

La realidad es que para cuidar el colesterol es necesario incorporar grasas saludables en la dieta. Y de todas ellas, la mejor es la del aceite de oliva virgen extra por sus beneficios a nivel cardiovascular, según el médico de familia y miembro de la SEA Carlos Pascual. Además, el especialista ha recomendado no usar los aceites de girasol, maíz o soja.

Además, según la Sociedad Española de Asteriosclerosis (SEA), es aconsejable consumir cinco raciones al día de frutas y verduras, siendo preferible su variedad y que sean tanto de temporada como de proximidad, de forma que se reduzca su huella de carbono.

En cuanto a las patatas, deben servirse en platos mixtos con verduras, carnes o pescado hasta tres veces por semana; los cereales refinados, como el pan o el arroz blanco, han tenido controversia por aumentar el índice glucémico pero, si se combina con otros alimentos, esto no ocurre por producirse una más lenta absorción, por lo que es «absolutamente recomendable» tomarlos acompañados.

Los frutos secos también deben consumirse a diario o, al menos, tres veces por semana por una cantidad de 30 gramos o «lo que quepa en tu puño», aunque siempre crudos y sin sal, pues permiten reducir el riesgo cardiovascular y son una fuente de proteínas y grasas saludables.

Respecto al consumo de pescados y mariscos, por ser «muy ricos» en ácidos grasos y otros nutrientes, pueden ser consumidos hasta tres veces por semana, siendo recomendable que dos de estas raciones sean pescado azul, y en sustitución a la carne.