La infusión antiinflamatoria y diurética que regula el estreñimiento

Cuidar nuestra alimentación es fundamental para gozar de una buena salud y mantenernos en forma. La dieta y la prácticar regular de ejercicio físico son dos aspectos claves para nuestro bienestar. Tenemos un ritmo de vida sedentario. Pasamos muchas horas sentados y no le prestamos mucha atención a aquellos alimentos que ingerimos. Una de las claves, según apuntan varios nutricionistas, es saber escoger y hacer cambios en nuestro menú en favor de nuestra salud.

Por ejemplo, podemos sustuir el café por las infusiones. Estas bebidas se llevan consumiendo desde hace cientos de años por diferentes culturas dado que se las considera remedios naturales para diferentes dolencias. Las hay de muchos tipos y puedes decantarte por una u otra dependiendo de su sabor o de los beneficios que quieras aprovechar. Pueden encontrarse en supermercados o herbolarios especializados. Sin embargo, también las puedes preparar en casa.

Un claro ejemplo es la infusión hecha con cáscara de piña. Pese a que esta fruta se le atribuyen muchos beneficios, lo cierto es que no todos se encuentran en la pulpa. La piel contiene cantidades importantes de bromelina, una enzima con propiedades muy saludables. Hay evidencia científica de que la bromelina reduce la inflamación, favorece la digestión y aumenta la inmunidad. Estas son todas sus propiedades:

Su acción antiinflamatoria se debe a la enzima bromelina. Esta enzima también tiene propiedades analgésicas y anticoagulantes. Es una especie de aspirina natural. Tomar infusiones de cáscara de piña tras las comidas o entre horas es una buena forma de reducir la inflamación y también el dolor.

La fruta fresca es muy rica en fibra, por lo que alivia el estreñimiento. La infusión no aporta fibra pero su acción hidratante contribuye a ablandar las heces.

La piña y su cáscara son ricas en minerales que favorecen la eliminación de toxinas.

La vitamina C es también la responsable del efecto rejuvenecedor de la piña. Esta vitamina es clave para la formación de colágeno de la piel.

Pela la piña y lava bien las cáscaras bajo el agua del grifo. En una olla pequeña dispón un litro de agua y agrega las cáscaras lavadas, la raíz de jengibre troceada, la cúrcuma y el clavo. Deja hervir unos 10 minutos tapado. Cuela y deja enfriar. Puedes tomar este té con unas gotas de zumo de limón.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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