La infusión digestiva que evita la hinchazón abdominal y combate la retención de líquido en las piernas

Las infusiones son un paso más en la rutina de mucha gente que sigue un estilo de vida saludable. Estas bebidas naturales aportan hidratación y saciedad, son digestivas y sus efectos diuréticos ayudan a desintoxicar el organismo, por lo que son perfectas para tomar después de las comidas y así evitar también los antojos dulces. Son un buen sustitivo para un postre y mantienen el hambre bajo control si se toman durante el día, ya que son aptas para cualquier momento de la jornada.

De hecho, es una buena idea prepararlas también para llevar en un termo, especialmente si trabajas fuera de casa o vas a pasar muchas horas fuera y quieres una bebida saludable para tomar. Muchas de ellas llevan teína y son una opción ideal si quieres algo energizante que no contenga cafeína.

Hay muchas opciones de ingredientes en el mercado y puedes comprarlos en bolsitas o a granel, generalmente a un precio muy económico. En función de los componentes con los que la prepares, cada té o infusión tendrá unas propiedades u otras, por lo que es importante saber por qué optar en cada momento. Por ejemplo, si estás pasando por un resfriado y necesitas mejorar tus defensas, añadir canela a tu bebida es muy aconsejable, mientras que el limón te ayudará a desintoxicar el organismo de excesos.

Una de las que puedes preparar es la infusión de manzanilla y limón, una opción depurativa y digestiva muy recomendable para tomar después de cada comida. Esta hierba es una de las más empleadas en la medicina tradicional y recomendadas para diferentes usos gracias principalmente a su contenido en flavonoides y terpenoides, que aportan efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antisépticos.

Uno de sus beneficios más conocidos es su efecto sedante y tranquilizante, por lo que tomarla antes de dormir es una buena idea para mejorar el descanso. Esto se debe a que la manzanilla ayuda a mantener un control sobre la hormona de cortisol, que el cuerpo suele producir en épocas de estrés y es la culpable de disminuir la actividad del sistema inmunológico. Por lo tanto, tomar la infusión de manzanilla en épocas de ansiedad y estrés contribuye a evitar infecciones de virus y bacterias, como las infecciones urinarias o respiratorias.

Combinar la manzanilla con el limón hace que esta infusión sea un antioxidante muy potente. Los flavonoides y terpenoides de esta hierba, junto a la vitamina C del limón protegen los tejidos del organismo de la oxidación celular y reducen el riesgo de desarrollar enfermedades como las cardiovasculares, entre otras. Además, tienen propiedades antiedad al reducir los efectos de los radicales libres en el cuerpo, culpables de la aparición de manchas en la dermis, flacidez y líneas de expresión.

Beber esta infusión también te ayudará a mejorar tu digestión y evitar el malestar tras una comida, reduciendo gases y acidez estomacal a la vez que estimula los movimientos intestinales para combatir el estreñimiento. Además, tomarla de forma habitual combate la retención de líquido gracias a su efecto drenante, con el que eliminarás el exceso que tiende a acumularse en piernas y vientre. El resultado, siempre junto a una dieta saludable y deporte, es una pérdida de volumen corporal paulatina y moderada.

Para hacer una infusión de manzanilla y limón solo hace falta poner a calentar 250ml de agua junto a la manzanilla y el jugo de un limón. También puedes echar la piel a la mezcla para beneficiarte de sus propiedades mientras emulsiona la bebida. Cuando llegue a ebullición, deja un par de minutos en reposo antes de apagar el fuego y colar la bebida.