La gurú del 'skincare' en España desvela los secretos de su método en Valencia

La farmacéutica llenó el lunes por la tarde el espacio Fizz Hub, en Ruzafa, donde congregó a medio centenar de mujeres (y algún que otro hombre) para demostrar con ciencia que «el cuidado de la piel es salud». Para ello, ha ideado conceptos sencillos con ingredientes complejos. Una especie de buffet libre de activos para que cada cual use el que su piel necesite. No hay cremas para todo. Más bien, hay un frasquito para cada cosa. Con ellos, con ese método tan particular, llama a comenzar por descifrar lo que ella ha llamado «código de piel único», que no es ni más ni menos que cómo está la piel de la cara de cada uno en un momento particular. «La piel tiene distintas necesidades. Se puede ver afectada por el estrés, la estación del año, el sol, los medicamentos que toma cada uno, la regal o la menopausia». Por eso, según esos momentos, habrá distintas necesidades. «Si algo cambia, hay que cambiar la rutina cosmética», explicó. Es decir, que lo que te funciona en un momento determinado o época, no tiene por qué seguir haciéndolo en otra.

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A partir de ahí, hace distinciones sencillas entre pieles para simplificar el veredicto. Piel seca o grasa y de ahí, sensible o resistente. Con esos parámetros se puede comenzar la criba. Y si algo, de primeras, irrita levemente o causa cambios, no tirar la toalla a la primera. «Es como comprar zapatos nuevos. La primera vez que los usas, a lo mejor te rozan, pero no los tiras. Los tienes que usar a rato, hasta que el pie se acostumbra. A partir de ahí, ya los puedes usar de normal. O a veces, no son para ti. Con la cosmética, lo mismo. Necesita que la piel se adapte», dice.

El método es puro sentido común. Una buena limpieza de la piel («aunque no te maquilles, hay que limpiarse, del mismo modo que nos lavamos los dientes aunque no hayamos comido») mañana y noche para retirar los cosméticos, el sudor, la grasa, el maquillaje o la contaminación. Como curiosidad, ella defiende que el maquillaje, en lugar de empeorar, protege la piel, porque ejerce de capa contra la contaminacion. «Luego te desmaquillas y la polución se ha quedado en esa capa». De la doble limpieza al cuidado del contorno de ojos, donde se lucha contra las temidas ojeras. Ahí tampoco hay fórmulas mágicas. «El ritmo de vida es fundamenta. Si no duermes, fumas, bebes y tienes estrés, la cosmética no hace milagros con las ojeras». Y es que «la cosmética llega hasta donde llega», repite varias veces Gema Herrerías. Porque lo importante es «el hábito. Ponerse la crema, no cómo».

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De ahí, se llega a la fase por la que es más conocida: la hidratación. «Invertimos en estudios clínicos para tener datos objetivos. Que no lo diga yo, que sea ciencia». Y ahí surgió su crema función barrera, para restaurar y proteger, precisamente, la primera capa de la piel. En la rutina de GH también hay, por supuesto, ingredientes transformadores, donde cada una ya elige según sus necesidades específicas. Antioxidantes quienes quieren prevenir la manchas en ciudades más soleadas, ácido azelaico quienes quieren disimular imperfecciones, retinol o retinal para arrugas y firmeza, o péptidos para la flacidez. La rutina la completa una buena protección solar diaria y una exfoliación regular. Su rutina es cada vez más conocida, aunque Gema Herrerías no duda en explicarla a quien necesite ayuda con los activos. La divulgación es ahora una de sus labores principales, como demostró este lunes. Y acabó la charla, organizada por uno de sus proveedores en Valencia, Farmacia Boix, con un consejo sencillo. «Si algo te funciona, no lo cambies hasta que cambie el código único de tu piel».