La autopsia de Álvaro Prieto desvela cómo murió

La muerte del joven Álvaro Prieto, cuyo cadáver ha sido encontrado entre dos vagones en directo y por televisión, ha estado rodeado de incógnitas. A la espera de la autopsia que aporte luz sobre las causas del fallecimiento, la Policía no descartaba ninguna hipótesis de cómo pudo morir el estudiante cordobés e inicialmente barajó cuatro opciones, desde una muerte accidental por aplastamiento, por asfixia o electrocución hasta la posibilidad de un asesinato.

Álvaro Prieto murió electrocutado en el acto cuando, por motivos que se desconocen, se subió al techo del tren y se agarró de forma accidental a la catenaria o el pantógrafo del convoy averiado, que estaba apartado a una zona alejada de talleres de la estación de Santa Justa, en Sevilla, y en donde el futbolista trataba de esconderse tras colarse en el recinto. Los mandos de la investigación de la Policía Nacional albergan ya pocas dudas de que la autopsia del cadáver que se practica este martes en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla confirmará que el jugador del Córdoba falleció fulminado por una corriente de 3.500 voltios.

En las últimas horas, la Policía analiza las cámaras de seguridad de la gasolinera de Cepsa Store-1 en la intersección de la calle Gramil y la carretera de Carmona, cercana a los talleres de la estación, que captaron las imágenes del chaval en el techo del tren y su electrocución durante la mañana del pasado 12 de octubre. Esas imágenes, según fuentes de la investigación, también han revelado que el cuerpo inerte de Álvaro, tras ser fulminado por la descarga, cayó por el angosto hueco entre los dos vagones donde finalmente fue localizado este lunes por la mañana de forma fortuita y en directo por unos reporteros de Televisión Española que cubrían la información.

El tren, a pesar de estar averiado por haber arrollado recientemente a un todoterreno en la provincia de Córdoba, estaba conectado a la catenaria para evitar la descarga de sus baterías, según revelaron fuentes de la investigación.

Álvaro Prieto acudió a Sevilla junto a un amigo para ir a una fiesta universitaria que se celebraba en la discoteca New Theatre, en la barriada de Sevilla Este. Tenía previsto regresar a casa el 12 de octubre, pero se quedó sin batería en el móvil y no pudo acceder al tren al no poder mostrar el billete que había comprado online.

Según apuntó el delegado del Gobierno en Sevilla, el joven intentó embarcar en otro tren posterior, con destino a Barcelona y con parada en Córdoba, pero efectivos de los servicios de seguridad de la estación de Santa Justa «detectaron» que el joven intentaba acceder sin billete (según la familia Álvaro no llevaba dinero y el móvil seguía sin batería) y le «invitaron» a «desistir de esa actitud», tras lo cual el muchacho «abandonó» la estación.

A partir de ahí poco se sabe de qué pudo pasar. La «última imagen» captada por videocámaras de Álvaro corresponde con su salida de la estación hacia la avenida de Kansas City, que corresponde a la salida por autovía desde Sevilla a Córdoba.

Sin embargo, TVE ha emitido cual fue su dramático final: su cuerpo, vestido tal y como había llegado a Sevilla, ha aparecido entre dos vagones de un tren que no circulaba desde el 24 de agosto, ya que estaba en Talleres después de haber protagonizado un arrollamiento a un coche.

El Juzgado de Instrucción número once de Sevilla, encargado de la investigación del caso, ha levantado el secreto de sumario que había decretado en las actuaciones. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), dicha instancia judicial es la responsable de la investigación de la desaparición del joven, al ser la que se encontraba de guardia de incidencias cuando se recibió la denuncia.