Las claves del Crimen de Patraix, tres años después

Entre el 14 y el 29 de octubre tendrá lugar en los juzgados de Valencia el juicio por el crimen de Patraix. Casi tres años después del asesinato a puñaladas de Antonio Navarro, son varias las incógnitas que todavía siguen sin resolver.

El 16 de agosto de 2017, encuentran el cuerpo sin vida de Antonio Navarro. El ingeniero noveldiense de 36 años, fue hallado muerto en su garaje, en la calle Calamocha del barrio de Patraix, por uno de sus vecinos. Su asesino le había esperado, escondido entre los coches, y le había asestado ocho puñaladas en el pecho a plena luz del día.

María Jesús M., conocida como Maje, se había casado con Antonio sólo un año antes. En el momento del crimen tenía 27 años y era enfermera en un hospital privado de Valencia. Según la investigación, la joven mantenía relaciones extramatrimoniales con al menos cuatro hombres más, y presumía de que Antonio le perdonaba sus infidelidades porque no quería separarse.

Salvador R. L., Salva, de 47 años en el momento del crimen, estaba enamorado de Maje. Estaba casado, tenía una hija y trabajaba en el mismo hospital que su amante. Aunque confesó ser el autor del crimen tras su detención en enero de 2018, sus abogados defienden que él era «una marioneta» en manos de Maje. De acuerdo con la investigación, Salva accedió al garaje de Maje y Antonio, donde asesinó a éste último con un cuchillo cebollero, gracias a una llave que le habría proporcionado su amante.

Además de Salva, Maje mantenía relaciones con tres amantes más. Ninguno de ellos sabía que Maje se veía con otros hombres, y algunos de ellos desconocían que estaba casada. La noche anterior al asesinato de su esposo, Maje durmió con José, un publicista afincado en Valencia con el que planeaba mudarse. Cuando Salva se enteró de que Maje estaba planeando un viaje a Italia con José, decidió recriminárselo con una llamada telefónica que acabó delatándolos a ambos.

La intervención de los teléfonos móviles de Salva y Maje fue determinante para la investigación del crimen de Patraix. A través de las escuchas policiales autorizadas por un juez, los agentes descubrieron la «doble cara» de Maje, que confesó a sus amigas que la muerte de su marido había sido «una liberación» para ella. «Estamos muy locas. Nos gusta la movida con tíos buenos. Yo la movida con Antonio que en paz descanse no la quería», decía Maje entre risas. Tres de estas conversaciones registradas por la policía incriminaron a Maje y a Salva como autores del crimen.

Maje y Salva fueron detenidos por la policía en enero de 2018. En un primer momento, Salva confesó haber planificado el asesinato junto con Maje, pero días más tarde declaró ser el único autor del crimen y exculpó a su amante. «Lo decidí yo solo y lo ejecuté», dijo al juez, tajante. No obstante, en noviembre del mismo año, persuadido por su hija y el capellán de la cárcel, volvió a cambiar su versión para incriminar a la viuda.

Maje, por su parte, reconoció ante la policía que participó en la planificación del crimen, aunque se contradijo porque también manifestó que creía que Salvador no era capaz de matar a Antonio, sino que le daría un susto. Dos días después, Maje aseveró al juez que no participó en el asesinato ni lo planificó.

Entre el 14 y el 29 de octubre de 2020 tendrá lugar en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio por del crimen de Patraix. Durante estas dos semanas están llamados a declarar más de 40 testigos, entre ellos dos amantes de Maje y 16 policías. Un jurado popular será el encargado de emitir un veredicto sobre la culpabilidad de Maje y Salva, que podrían enfrentarse a penas de hasta 25 y 20 años de prisión respectivamente.

La defensa de Maje pedirá la absolución de la viuda, alegando que no planeó el crimen ni instigó a Salvador para que lo cometiera. Por su parte, la abogada de Salva defiende que él cometió el crimen «por estímulos tan poderosos que producen arrebato, obcecación u otro estado pasional semejante», por lo que considera que cabría aplicarle «la eximente completa de trastorno mental o la atenuante de trastorno mental transitorio».