Los cultivadores de marihuana huyeron poco antes de que ardiera el barranco de Cofrentes

Los bomberos que descubrieron la plantación de marihuana hallaron también numerosos efectos de los individuos que cultivaban la droga: calzado de montaña, prendas tendidas en ramas, varios rollos de papel higiénico, una nevera portátil con botellas de agua, una garrafa con aceite y bolsas con alimentos no perecederos.

En el campamento había cubiertas de lona que los cultivadores ataron a los pinos para protegerse del sol, así como basura amontonada, cajas de cartón y herramientas. Como ya informó LAS PROVINCIAS, los traficantes de cannabis habían ideado incluso un sistema de riego con mangueras y un motor para bombear agua del cercano río Júcar hasta una pequeña balsa portátil.

La Guardia Civil realizó una minuciosa inspección en el campamento, después de que los bomberos controlaran el incendio, para buscar huellas de los individuos que huyeron. Estas personas formarían parte de una banda de Europa del Este que trafica con marihuana a gran escala.

Según las investigaciones y las pertenencias halladas en el paraje junto al río Júcar, dos o tres hombres, al menos, cultivaban las plantas de marihuana desde hace varios meses. De vez en cuando acudían a un supermercado de Cofrentes o una gasolinera de Jalance para comprar combustible, aunque los vecinos no sospecharon que podrían ser miembros de un grupo delictivo.

Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que uno de los cultivadores de cannabis podría haber provocado el incendio de forma accidental cuando cocinaba, fumaba o realizaba alguna tarea relacionada con su actividad ilícita. Los agentes de la Guardia Civil también hallaron varias garrafas con combustible que los individuos utilizaban para poner en funcionamiento el motor de riego.

Con respecto a las causas del fuego, una de las hipótesis que barajaban el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y los agentes medioambientales, antes de descubrir la plantación de marihuana, era que el origen podría haber sido un ave electrocutada en un cable de alta tensión.

La zona donde se inició el fuego es de difícil acceso y solo se detectó un foco, por lo que los investigadores creían que la causa del incendio no era una imprudencia humana. Algunas aves provocan fuegos tras electrocutarse y caer sobre la masa forestal. Ocurre pocas veces pero se descubre cuando los agentes medioambientales inspeccionan la zona afectada por el fuego y hallan plumaje quemado, incluso a cierta distancia del tendido eléctrico.

El incendio forestal se inició el miércoles por la tarde en el barranco de Sácaras, en el límite de los términos municipales de Cofrentes y Cortes de Pallás, cerca de la plantación de marihuana. Tras recibir el 112 varias llamadas que alertaban de una columna de humo en el paraje montañoso, una decena de helicópteros y aviones acudieron con urgencia para realizar las primeras descargas de agua.

Varias dotaciones de bomberos de la Generalitat Valenciana y Diputación se unieron también a las labores de extinción. La rápida intervención de los medios antiincendios evitó una catástrofe ecológica al iniciarse el fuego en una zona de difícil acceso cerca del paraje natural de Muela de Cortes.