Un agente de la Policía Nacional entra en un furgón, en una imagen de archivo. / POLICÍA NACIONAL

Los delitos graves cometidos por menores alcanzan un techo histórico en la Comunitat

Más de 1.200 jóvenes acabaron arrestados el año pasado por agresiones, maltrato a familiares o conductas contra la libertad sexual

Miércoles, 16 de noviembre 2022, 00:29

El análisis histórico de las detenciones de menores revela una tendencia clara que sigue encendiendo alarmas. El porcentaje de aquellos que cometen infracciones que conllevan una violencia contra las personas, las más graves, es cada vez mayor y toca techo desde 2010, el primer ... año computado por el Ministerio del Interior en sus análisis estadísticos.

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La preocupación de la fiscal superior de la Comunitat, Teresa Gisbert, por rebajar la edad penal en delitos sexuales se enmarca en unas estadísticas que resultan especialmente llamativas en este punto. El año pasado las fuerzas de seguridad detuvieron o investigaron a 121 personas de menos de 18 años implicados en delitos contra la libertad sexual. En 2019 fueron 147 y las cifras de estos dos años han marcado el techo de la última década en cantidad de arrestados.

Lo mismo sucede en los denominados delitos contra las personas y que contemplan hechos tan graves como los homicidios, consumados o en tentativa, las lesiones o los malos tratos en el ámbito familiar. En todas estas conductas, agrupadas en conjunto en las estadísticas de Interior, incurrieron el año pasado nada menos que 779 jóvenes que no alcanzaban la mayoría de edad. Es la cantidad más elevada desde que hay registros y sólo se aproxima la cifra de 2014, con 705 sospechosos menores ante la justicia.

A golpes y cuchilladas

Dentro de este grupo delictivo, el de las infracciones contra las personas, se detecta otro récord vergonzoso y que se palpa en la calle. El año pasado 461 menores acabaron detenidos por el delito de lesiones: la agresión física presente en las peleas, ya sean de dos implicados o colectivas, y que han obligado a desarrollar a la Policía Nacional un dispositivo especial para impedir que esta violencia se adueñe con descaro de plazas, calles y avenidas.

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Nunca había un dato tan elevado de menores implicados en lesiones y, por primera vez, se ha superado la barrera de los 400 detenidos al año por este motivo. ¿Por qué tanta patada puñetazo o cuchillada a edad temprana? Los expertos sitúan el detonante en una rabia contenida tras el confinamiento, pero también en una sociedad cada vez más competitiva en la que la violencia como manera de resolver conflictos está presente en demasiados ámbitos de la vida: audiovisuales, familiares, en el tráfico...

Y lo que más llama la atención es que la delincuencia de menores, en general, alcanzó en 2021 la cifra más baja desde que hay registros si obviamos el anómalo 2020 del confinamiento. El problema está en que cada vez toman un mayor protagonismo los delitos que más daño y secuelas entrañan para las personas en detrimento de otros que afectan al patrimonio, a la seguridad colectiva o a otros aspectos de la seguridad.

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Reacciones de expertos

Con todo, la propuesta de la fiscal Gisbert referida a los delitos sexuales ha traído una importante estela de reacciones. Juan Molpeceres es abogado penalista y asesor en el equipo de medidas judiciales de medio abierto del Ayuntamiento de Valencia. Desde la Sección de Infancia del ICAV (Ilustre Colegio de Abogados de Valencia), «consideramos que los delitos graves cometidos por menores de 14 años son residuales y no justifican un cambio legislativo tan drástico». Los letrados especializados en este ámbito ven «más efectivo invertir esfuerzos en educación para la concienciación de los menores de edad, sin necesidad de someterlos al procedimiento judicial».

Por otro lado, agrega Molpeceres, «la legislación actual ya permite adoptar medidas de protección para los niños menores de 14 años que pueden llegar a ser de internamiento en caso de que se considere necesario». Entiende que no es conveniente «guiarse por la alarma social, sino hacer una labor didáctica y formativa desde la perspectiva afectiva sexual con los menores, como prevé la Ley de Garantía integral de libertad sexual».

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Beatriz de Mergelina es la psicóloga al frente del Centro de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales en la Comunitat (CAVAS). «Es cierto que hay más delitos entre iguales menores de edad, pero rebajar la edad penal es más bien un parche. Lo fundamental es atacar el problema de raíz, con una educación en valores y ética, tanto en la familia como en las escuelas», destaca.

De hecho, «la propia Gisbert matiza que más que una pena propone algo educativo». El problema es que hay «mucho micromachismo incluso en menores, con una cosificación de las chicas en canciones, en programas de ciertas cadenas». Se prima mucho «los aspectos de índole sexual, los líos entre parejas».

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La experta entiende que bajar la edad penal «como castigo no creo que sirva de nada a esas edades». Como apuesta para recibir medidas reeducativas, «entonces sí», aunque el problema es «si el fallo educativo sexual está en sus familias». Y lo expresa así: «Si el autor pasa seis meses en un centro y luego llega a su casa y en su familia y amistades todo sigue igual poco va a durar esa reeducación».

La psicóloga está convencida de que el acceso a internet «es demasiado temprano» en muchos niños «y controlar todo lo que ven y hacen es muy difícil» Eso «ha traído un aumento de los delitos sexuales por internet».

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Uno de cada tres, impunes

La preocupación de la fiscal superior de la Comunitat por rebajar la edad penal en delitos sexuales se enmarca en unas estadísticas que resultan especialmente preocupantes en este punto. El año pasado las Fuerzas de Seguridad detuvieron o investigaron a 121 personas de menos de 18 años implicados en delitos contra la libertad sexual en toda la Comunitat.

La propuesta de Teresa Gisbert se comprende mejor a la luz de los últimos datos de la sección de Menores de la Fiscalía Provincial de Valencia. Según sus estadísticas, en los últimos tres años 141 casos de delitos sexuales han quedado directamente archivados al ser los sospechosos menores de 14 años y por tanto no imputables.

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Suponen un porcentaje próximo al 30% en comparación con el total de menores recibidos por el Ministerio Público en esta infracción. En 2021 fueron 41 los no imputables en delitos sexuales, en 2020 la cifra ascendió a 58 y en 2019 se situó en 42, de acuerdo con los datos que maneja la Fiscalía de Menores. La coordinadora de esta sección, Consuelo Benavente, no quiso ayer entrar a valorar las propuestas de la fiscal superior.

No obstante, las preocupaciones entre los fiscales en este terreno están plasmadas en la última memoria de la Fiscalía de la Comunitat. «El incremento de la violencia de género y la sexual probablemente obedezca a un modelaje continuo e inadecuado obtenido por los propios menores y sus iguales a través de internet y redes sociales», destaca la Fiscalía de Alicante. Inciden en esta provincia en una decena de expedientes durante 2021 por agresiones sexuales o abusos cualificados, de los que tres ya han sido sentenciados.

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Similar alarma llega en el informe anual por parte del área de Menores de la Fiscalía de Castellón: «Se han incrementado las agresiones sexuales y se constata, en muchas ocasiones, un alto índice de denuncias con una difícil prueba, remitiéndose al ámbito más íntimo de los menores y con el reconocimiento mutuo de las relaciones, pero con la duda del consentimiento».

Y así se expresa la Fiscalía de Valencia: «Las 117 agresiones sexuales se han repartido casi por igual entre los tres tramos de edad, con 16 casos de menores de 14 años» y «los abusos sexuales también aumentan».

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