A. Dasí
Valencia
Viernes, 10 de febrero 2023, 10:06
Primero fue la chatarra. Después, el cobre y los catalizadores de los coches. Y ahora, los palés se han convertido en el último objeto ... del deseo de los ladrones. Grupos organizados viajan desde fuera de la Comunitat para saquear por la noche polígonos industriales mal vigilados. En apenas unos días se hacen con cientos de palés. El precio de cada pieza de madera no es baladí, se revenden por 30 euros la unidad una vez reparadas. Y así logran botines que superan cientos de miles de euros.
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Los delitos de este tipo han aumentado exponencialmente en los últimos meses. Las operaciones de la Guardia Civil así lo están constatando. La Benemérita ha desarticulado esta semana en Valencia dos grupos criminales que se dedicaban a estos asaltos. La trama también incluía una red de empresas que los adquirían, a sabiendas de su origen ilícito, en toda la provincia de Valencia. El valor del material recuperado en el mercado, más de 7.300 palés, es importante: 200.000 euros.
Lo que antes eran bandas especializadas en el robo de cobre, ahora se han pasado a los palés «por el amplio margen de beneficios» que reporta, tal y como ha apuntado el segundo jefe de la Compañía de la Guardia Civil de Sagunto, Óscar Arenas, que ha formado parte del operativo, el mayor contra el robo de este material en la provincia.
Los palets se roban y venden por 10 euros a empresas que después los reparan y los vuelven a sacar al mercado por unos 30. Los beneficios son cuantiosos, aunque se tiene que contar con la complicidad de compradores que no comprueban el origen del material. Según las estimaciones de la Guardia Civil, en el ámbito nacional se podrían haber robado cerca de un millón de palés desde octubre de 2022.
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Además, se trata de asaltos «sencillos», aprovechan las campas donde se almacenan estos artículos y se hacen pasar por trabajadores, en algunos casos, para sacar los palés sin levantar sospechas, o actúan de noche entrando sigilosamente para llevarse el botín en furgonetas. La Guardia Civil señala la dificultad para establecer la trazabilidad del palé, ya que los números de referencia se borran por el uso.
La operación 'Puigpal', iniciada por el Grupo Roca, comenzó en el mes de septiembre tras recibir una denuncia de una empresa cervecera de la localidad de El Puig. Los responsables de la firma echaron en falta nada menos que 2.400 palés de madera con un valor aproximado en el mercado de 70.000 euros. Fue sólo la primera de las alertas. Empezó el goteo. Luego los agentes recibieron otras denuncias por el robo de 400 más. Los delincuentes escogieron esta vez Sagunto y Massalfassar como escenario de sus fechorías.
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La Guardia Civil se puso manos a la obra para esclarecer la nueva oleada de robos. Sus gestiones acaban dando con dos grupos criminales diferentes. Dos bandas especializadas en palés. Con gran movilidad. El primero, de nacionalidad rumana. Su modus operandi consistía en trasladarse desde Barcelona hasta la provincia de Valencia para realizar la mayor cantidad de sustracciones en el menor tiempo posible, normalmente durante dos o tres días, volviendo después a la ciudad condal con los beneficios obtenidos, tras vender lo sustraído en paleteras de la provincia de Valencia.
Los ladrones habían ocupado ilegalmente una vivienda cercana a la A-3 donde planeaban los golpes sin levantar sospechas. Esa actuación se ha repetido en varias ocasiones durante los meses de septiembre y octubre del pasado año.
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Este grupo aprovechaba el atardecer o el abrigo de la noche, debido a la ausencia de trabajadores en los polígonos industriales, para introducirse en el interior de las empresas con furgones de gran tamaño y así sustraer los palés que tenían almacenados. A los autores no les importaba realizar varios viajes, ni tener que romper puertas o candados por lo que se les atribuye un delito contra la propiedad, y llegando a cambiar el candado en una de las puertas para tener un mejor acceso. Los agentes de la Guardia Civil de Valencia esclarecieron un total de 12 delitos de robo.
El segundo grupo, de nacionalidad española, se dedicaba a sustraer pequeñas cantidades en diversas poblaciones, para venderlas en diferentes paleteras de Valencia. A diferencia del anterior, los autores realizaban las sustracciones en horario diurno, realizando varios viajes. Para ello, se vestían con ropa de trabajo para camuflarse con los trabajadores de la misma empresa y no levantar sospechas entre las personas que pudieran estar por la zona. A este grupo se le atribuyen cuatro sustracciones.
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Ambos grupos vendían la mercancía, bien utilizando a un tercero o con datos falsos, en diferentes empresas recuperadoras de palés de la provincia de Valencia. Tras una complicada investigación, los agentes localizaron a las dos receptadoras de los palés sustraídos y se procedió a detener a sus gerentes y recuperar 340 palés de las últimas sustracciones.
La operación no acabó ahí y la Guardia Civil de Valencia llevó a cabo diversas inspecciones en otras mercantiles del sector, donde descubrieron gran cantidad de palés de color dedicados al sector del 'Pooling' (alquiler), que no contaban con los contratos correspondientes como depositarios. El negocio consiste en arrendar el material a otras empresas y cuando ya han hecho uso de ellos volver para recogerlos. Se pintan de colores para distinguirlos.
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De este modo, los agentes se pusieron en contacto con las propietarias de los palés, quienes les comunicaron el grave problema que les supone en sus stocks el que las paleteras compren este material aún sabiendo de su ilegalidad.
Por esta razón, los agentes realizaron inspecciones en 12 empresas de este tipo de la provincia de Valencia, donde encontraron cerca de 7.000 palés de origen ilícito. También se comprobó que existía una red de paleteras de compra-venta de palés de color, siendo esto ilegal, ya que son propiedad de las empresas denunciantes y está prohibida su compra, venta, intercambio o disponer de ellos sin la autorización pertinente.
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La Guardia Civil ha señalado la importancia de que las empresas denuncien estas situaciones para poder actuar, porque se trata de un material de difícil trazabilidad. «Hay que incidir en la prevención de este tipo de delitos», ha apuntado y para ello ha señalado que aumentarán las inspecciones en las mercantiles del sector.
En esta segunda fase, La Guardia Civil de Valencia procedió a la detención de seis personas, gerentes y responsables de paleteras de las localidades se Riba-roja del Túria, Quart de Poblet, Bétera y Aldaia, por delitos de apropiación indebida, receptación y contra la propiedad industrial.
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Entre los meses de noviembre y enero 10 personas han sido detenidas: una mujer de 39 años y de nacionalidad española, y nueve hombres de edades comprendidas entre los 22 y los 53 años, de nacionalidades española y rumana. Además, cuatro hombres de edades comprendidas entre los 22 y los 31 años y de nacionalidad española, están siendo investigados por estos hechos.
Se les atribuyen los siguientes delitos: contra el patrimonio y el orden socio económico, de receptación, apropiación indebida, contra la propiedad industrial, hurto, robo con fuerza y pertenencia a organización criminal.
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El total de efectos intervenidos en los diferentes registros efectuados asciende a 7.335 palés de tipo europeo y de diferentes firmas comerciales y 430 palés europeos recuperados después de la comisión de los robos, cuyo valor total asciende a más de 200.000 euros. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de los de Massamagrell y Llíria (Valencia).
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