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Una grúa traslada el coche de Anglés al depósito tras ser inspeccionado por la Guardia Civil. Damián Torres

Una huida marcada por la suerte y el espíritu de supervivencia

Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que huyó en un barco con la ayuda de un marinero en la bahía de Dublín

Javier Martínez

Valencia

Jueves, 11 de noviembre 2021, 00:28

El 27 de enero de 1993, dos apicultores encontraron los cadáveres de Míriam, Toñi y Desirée en la partida de La Romana en Tous. Las tres adolescentes habían desaparecido dos meses antes, el 13 de noviembre de 1992, y Miguel Ricart fue el único condenado por las violaciones y asesinatos de las niñas. Según la investigación de la Guardia Civil y la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia, Anglés fue el autor material del triple crimen.

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Tras el hallazgo de los cadáveres y la detención de Ricart, el otro presunto asesino huyó en un taxi y se ocultó varios días en una casa en ruinas de Alborache, la antigua estación de tren de Vilamarxant y un chalet de Benaguasil. En una fuga marcada por la suerte y su espíritu de supervivencia, Anglés consiguió eludir el cerco policial hasta seis veces en menos de tres meses en España, Portugal e Irlanda, concretamente en Catarroja, Valencia, Alborache, Vilamarxant, Lisboa y Dublín.

Aunque la Guardia Civil y la Policía estuvieron a punto de detenerlo en varias ocasiones, el fugitivo logró escapar, cruzó la frontera hispanolusa, se escondió varias semanas en los alrededores del puerto de Lisboa y embarcó clandestinamente en el 'City of Plymouth', donde fue descubierto por la tripulación.

Tras ser encerrado en un camarote, huyó con la ayuda de un marinero en la bahía de Dublín. Al día siguiente hallaron un chaleco salvavidas en la costa, por lo que dedujeron que Anglés alcanzó la orilla, aunque otra hipótesis que barajan los investigadores es su ahogamiento.

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