El asesino de Arturo Torró utilizó un arma corta de pequeño calibre

La Guardia Civil trata de reconstruir las últimas horas de vida de Arturo Torró, el exalcalde de Gandia asesinado de un disparo en el pecho en Xeresa, para buscar posibles imágenes grabadas por cámaras de seguridad en los lugares que estuvo la víctima el miércoles. Los agentes del Grupo de Homicidios sospechan que el asesino siguió al político varios días y planificó el crimen para cometerlo con un arma corta de pequeño calibre en un sitio apartado donde no hubiera testigos.

La hipótesis de que sufriera una emboscada en plena carretera es la explicación que encuentran los investigadores al lugar donde asesinaron al político y hallaron su coche deportivo, junto a la cuneta de la autovía A-38 en el término de Xeresa, tras un posible aviso de presión baja en los neumáticos que le habría obligado a detener el vehículo en el arcén.

Sin embargo, las cuatro ruedas estaban infladas cuando la mujer de Torró localizó el vehículo sobre las diez y media de la noche del miércoles en el punto kilométrico 37 de la A-38. El Mercedes C Coupé 220 de color rojo llevaba unas dos horas parado en el arcén.

El cadáver se encontraba a escasos metros del coche, por lo que la Guardia cree que el autor o los autores del crimen sacaron al político del vehículo y le dispararon en el pecho con un arma corta de pequeño calibre. La víctima presentaba un único tiro en el tórax a la altura del corazón, con orificio de entrada pero no de salida, y escoriaciones en el cuello.

Las irritaciones en la piel eran muy leves y no corresponden a signos de estrangulamiento, ya que el forense no apreció las lesiones internas que provocan la asfixia mecánica por sofocación. Según el informe de la autopsia, la herida por arma de fuego con afectación al corazón causó la muerte del político, y las escoriaciones pudo causarlas el asesino cuando se abalanzó sobre Torró y lo cogió del cuello antes antes dispararle en el pecho.

Tras una minuciosa inspección en la cuneta y el interior del coche, los investigadores de la Guardia Civil hallaron un casquillo, lo que permitirá analizarlo en el laboratorio del Servicio de Criminalística para comprobar si el arma ha sido utilizada en otros crímenes o delitos violentos.

El móvil del crimen parece ser económico. Como ya informó LAS PROVINCIAS, Torró habría pedido dinero a conocidos, amigos y antiguos compañeros del Partido Popular para afrontar sus deudas. Tras ser condenado en 2023 a tres años y medio de prisión y seis años y medio de inhabilitación por el conocido como 'caso Tele7', el Tribunal de Cuentas estableció que el exalcalde debía pagar casi 300.000 euros como indemnización por desviar ayudas municipales.

Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia, torró cometió un delito de malversación por la adjudicación de los servicios de comunicación audiovisual del Ayuntamiento cuando era alcalde de Gandia entre los años 2011 y 2015.

Su situación económica era muy complicada después de este varapalo judicial. Estaba arruinado y sin propiedades a su nombre, pero quería reflotar sus negocios, y por ello habría pedido dinero prestado a amigos y conocidos. Los investigadores tratan de arrojar luz sobre estas deudas y posibles préstamos para averiguar si alguno de sus enemigos deseaba la muerte del exalcalde o incluso podría haber encargado el crimen.

Los agentes del Grupo de Homicidios han tomado ya declaración a varios familiares de la víctima y a otras personas de su entorno para averiguar si había recibido amenazas o tenía sospechas de que alguien lo estuviera siguiendo. El empresario y político era campechano, emprendedor, osado y un hombre querido y odiado que se granjeó peligrosos enemigos en los últimos años.

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