![El vehículo con el acusado en su interior llega a la Ciudad de Justicia.](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/10/26/piromano_20231026170118-RHfqTXuF8D8S6EYOBcz1rwJ-758x531@Las%20Provincias.jpg)
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El acusado de provocar al menos tres incendios en la Devesa de El Saler, el abogado J. C. E, ingresó anoche en prisión provisional, comunicada y sin fianza según decretó la juez de guardia del Juzgado número 10 de Valencia y su traslado inmediato al centro penitenciario de Picassent. La decisión está fundamentada en el riesgo de reincidencia y por la gravedad de los delitos.
El detenido por el Seprona este miércoles, como avanzó en exclusiva la edición digital de LAS PROVINCIAS seguirá como investigado en una causa abierta sin perjuicio de la calificación actual por un delito de incendio agravado en un espacio natural protegido y que afecta a zonas de población o a lugares habitados, con independencia de que la calificación cambie. El acusado podría enfrentarse a una pena de entre 10 a 20 años de prisión que podría aumentar si contemplan la agravante de reincidencia.
La magistrada ha acordado inhibirse en favor del Juzgado de Instrucción número 14 de la ciudad, que ya tenía abiertas diligencias previas con anterioridad en relación a estos hechos. J. C. E., vecino de la Devesa, llegó a la Ciudad de la Justicia a las 14:00 horas. Era sólo el comienzo de siete horas de espera para su pase a disposición judicial. Se iniciaba también una larga guardia a las puertas del edificio.
Los antecedentes del presunto pirómano de El Saler, su tortuosa relación con el fuego, ha sido la principal baza de los investigadores para acabar arrestando al supuesto autor de la oleada de fuegos sufrida en las últimas semanas por el parque natural. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, el abogado J. C. E. era un más que viejo conocido de la justicia. El letrado ya había sido detenido hasta en dos ocasiones por otros tantos siniestros ocurridos en el Saler, el paraje en el que poseía una vivienda.
El sospechoso ya cayó en manos de los agentes de la Guardia Civil en 2000. Entonces lanzó un artefacto pirotécnico entre los árboles que acabó generando un incendio. Fue el 17 de marzo, con la ciudad en plenas Fallas. Los investigadores lo apresaron y este negó los hechos. Dijo estar con su mujer y con unos amigos cuando iniciaron las llamas. Pero las declaraciones de los testigos contradijeron su versión.
El arresto no tuvo sin embargo mayores consecuencias sobre el letrado. Ni legales ni de conducta. O al menos eso parece indicar lo que pasó cinco años después. En 2005 volvió a ser apresado por un incendio en el parque natural que desató llamas hasta de 20 metros. Varios testigos situaron al acusado saliendo corriendo de una pinada en la que se inició el fuego. J. C. E. lo negó de nuevo.
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El Ayuntamiento de Valencia llegó a personarse entonces como perjudicado en la causa, como consecuencia de los daños causados en lo que entonces fue uno de los incendios más fuertes de los últimos años.
En la detención de 2005 fue clave la declaración de un testigo que dijo ver salir al sospechoso «salir apresuradamente» de una pinada cercana al origen del incendio. El ahora detenido se subió a toda prisa a un coche estacionado «para salir rápido y sin maniobrar», como declaró entonces el testigo. Los agentes identificaron el vehículo como uno coincidente con la entonces esposa del sospechoso (hoy está separado, tiene dos hijos). La Guardia Civil le acusó de iniciar el incendio «con aplicación directa de llama», es decir, con cerillas o un mechero. El acusado negó los hechos e incluso sacó pecho. Dijo haber participado en reforestaciones de El Saler, amar el parque natural y haber colaborado en la extinción de algunos incendios.
Y hasta hoy, cuando el abogado está de nuevo en manos de las Fuerzas de Seguridad y pendiente de responder de las acusaciones de causar al menos tres de los diez incendios ocurridos en El Saler en los últimos tres meses. La investigación sigue abierta para esclarecer su implicación con los otros siete fuegos. Agentes del Seprona seguían realizando ayer diligencias en las pinadas y bloques de apartamentos del parque natural.
El arresto ha causado una gran sorpresa en el mundo jurídico de Valencia. J. C. E. no era un abogado «demasiado conocido». Licenciado por la Universitat de València y centrado en el turno de oficio, tiene despacho profesional en la capital y en su perfil profesional asegura tener más de 25 años de experiencia, con especialidades en pleitos de tráfico, herencias y derecho animal.
También en el mundo policial ha sorprendido su detención. El arrestado es hijo de un conocido integrante del Cuerpo Nacional de Policía, ya fallecido. Su padre llegó a ser jefe de Comunicación de la Jefatura Superior de Policía de Valencia y comisario honorario del Cuerpo. Era dueño de una academia de formación de policías en la calle Cirilo Amorós de Valencia. Por sus manos pasó la preparación de muchos de los actuales inspectores, inspectores-jefe y comisarios de la actual escala policial. Ironías de la vida, el padre volcado en formar a agentes de las Fuerzas de Seguridad y su hijo cayendo en manos de ellos como presunto autor de varios incendios forestales.
La Guardia Civil mantiene abierta la investigación tras haber practicado la citada detención, algo en lo que fue «fundamental» la colaboración ciudadana, según destacó el capitán del Seprona de la Comandancia de Valencia Carlos Domínguez, en declaraciones recogidas por Europa Press.
Domínguez subrayó que «en esta investigación ha sido fundamental la participación y la colaboración ciudadana y la investigación sigue abierta». El guardia civil comentó que «hay que seguir investigando todos los delitos que ha habido a lo largo de los últimos meses en la zona del Parque Natural de la Albufera».
Sobre la ayuda ciudadana, incidió en que «ha sido fundamental en la investigación porque los incendios forestales son delitos muy específicos y es fundamental esa colaboración».
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, dijo en Alicante que todos los «valencianos pueden sentirse muy orgullosos de la Guardia Civil, del trabajo que han hecho para detener a una persona que, desde luego, podía poner en peligro un parque natural como es el del Saler de la Devesa-Albufera y, por lo tanto, creo que es de justicia darle las gracias».
En la misma línea, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, se mostró «contenta y prudente» tras la detención, al tiempo que reconoció el esfuerzo de los agentes de la Policía Local, Nacional, la Guardia Civil y en especial el trabajo «impensable» realizado por los bomberos los últimos días. «Les debemos mucho», aseguró. Llamó a la prudencia aunque señaló que «los datos indican que podríamos estar frente al responsable y al culpable de todo lo que ha pasado en las últimas semanas».
La primera edil detalló que las fuerzas de seguridad han realizado «un trabajo muy importante en los últimos días para completar la presencia, la vigilancia e intentar colaborar al máximo en estas acciones».
En el caso de la Policía Local, competencia municipal, «se ha doblado aportando recursos humanos que muchas veces son muy necesarios en el resto de la ciudad, pero que han estado allí». La asociación de vecinos también elogió la labor policial y aprovechó para reclamar mas vigilancia en la Devesa.
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