La Guardia Civil obtiene ADN de Marta Calvo en las dos casas del narcotraficante

Los análisis de ADN concluyen que Marta Calvo estuvo la noche del crimen en la vivienda de Manuel, pero siguen sin confirmar el descuartizamiento y arrojan más dudas sobre la versión de una muerte accidental por sobredosis de cocaína. Los especialistas del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil han logrado obtener el perfil genético de la joven en una lentilla encontrada en el dormitorio, una mancha de sangre hallada en un pantalón del presunto asesino Jorge Ignacio P. J., un zócalo del cuarto de baño y el borde del sumidero del plato de ducha.

La prenda de vestir estaba en la casa de l'Olleria, la otra residencia del narcotraficante colombiano, y fue analizada junto con otras muestras recogidas por los investigadores de la Guardia Civil en las minuciosas inspecciones que realizaron en las dos viviendas alquiladas por la madre del presunto homicida.

La obtención de ADN de Marta en una macha de sangre desacredita en parte la versión del presunto asesino en serie sobre la supuesta muerte accidental de la joven y el posterior descuartizamiento. Jorge Ignacio declaró ante la Guardia Civil que encontró muerta a Marta en la cama después de mantener relaciones sexuales y consumir ambos gran cantidad de cocaína. Tras quedarse dormido junto a ella y despertarse sobre el mediodía, el narcotraficante asegura que la abrazó y entonces descubrió que su cuerpo estaba rígido.

También manifestó que decidió descuartizar el cadáver porque no podía sacarlo de la casa sin que lo vieran los vecinos, y que se puso unos guantes y se desnudó para no manchar su ropa cuando troceó el cuerpo. Sin embargo, los restos de sangre de la joven hallados en el pantalón es una prueba que no encaja en la confesión de Jorge Ignacio, un rompecabezas macabro para los investigadores.

El hallazgo de esta prenda en la casa de l'Olleria indicaría que Jorge Ignacio la habría lavado en esta vivienda después del crimen, pero todos los demás restos biológicos de la víctima estaban y fueron recogidos en el dormitorio y el cuarto de baño de la casa de Manuel.

Los investigadores de la Guardia Civil barajan como hipótesis principal que Marta murió por una sobredosis de cocaína provocada por «el afán egoísta del detenido de satisfacer sus inclinaciones sexuales», según consta en el sumario. Además de este homicidio doloso, la Policía Nacional atribuye al narcotraficante otras dos muertes de prostitutas en Valencia que provocó, presuntamente, con la práctica sexual que él denominaba «fiesta blanca».

Según las investigaciones, Jorge Ignacio introducía cocaína en los genitales de las mujeres, sin su consentimiento, con las que mantenía relaciones sexuales. La abogada que ejerce la acusación particular en representación del padre de la víctima ha solicitado a la jueza instructora un informe que acredite la peligrosidad y dolo de esta práctica sexual. Ocho víctimas, al menos, sobrevivieron a la «fiesta blanca» y otras tres jóvenes murieron, entre ellas Marta. La abogada de la madre de la víctima ha pedido la acumulación de todas las causas en el primer juzgado de Valencia que investigó al presunto asesino en serie.