La policía trata de recuperar más 'wasaps' que incriminan a la viuda de Patraix

El asesino confeso del ingeniero Antonio Navarro dio un paso más en su colaboración con la policía para probar la participación de la viuda en el crimen. Salva R., que lleva ya 11 meses en prisión, facilitó ayer la contraseña de su cuenta de correo electrónico a los investigadores para que puedan buscar más mensajes de WhatsApp que incriminarían a Maje M. C., además de los que ya figuran en el sumario.

La diligencia de investigación se realizó ayer por la mañana en la Jefatura Superior de Policía de Valencia después de que el acusado comunicara al juez su intención de colaborar con la justicia. El pasado 9 de noviembre, Salva declaró que Maje le propuso cometer el crimen y luego entre los dos planificaron el acuchillamiento en el garaje del barrio de Patraix en Valencia.

Los 'wasaps' que la policía trata ahora de recuperar corresponden a una conversación que el auxiliar de enfermería mantuvo, un mes antes del asesinato, con la que era su amante en aquel entonces. Salva explicó al juez que algunos de los mensajes fueron enviados desde el teléfono de seguridad que utilizaba Maje, un móvil que él compró para evitar que la policía descubriera el plan criminal, cuando decidieron cometer el asesinato en julio de 2017.

Pero la joven no logró convencer a su marido para que aparcara su coche en el garaje de la calle Calamocha, y tuvieron que posponer el plan al 16 de agosto. La conversación que mantuvieron los amantes versaría sobre este imprevisto que retrasó un mes el crimen. Además, Maje también habría mostrado su enojo en algunos de los mensajes por el impedimento, según la declaración de Salva.

Tras acceder a la cuenta de correo electrónico del asesino confeso, un especialista del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional comprobó que los datos que había desvelado Salva no estaban almacenados en la nube de Google. Sin embargo, la última declaración del auxiliar de enfermería, junto con la investigación del Grupo de Homicidios, incrimina a la joven viuda como presunta inductora y planificadora del asesinato. Como ya informó LAS PROVINCIAS, Salva también desmintió ante el magistrado que el plan criminal fuera en un principio herir o dar un susto a Antonio, como había declarado Maje ante la policía, y precisó que siempre hablaron de acabar con la vida del ingeniero en los encuentros que tuvieron para preparar el acuchillamiento. «No quería que lo hiriera. Quería que acabase con él», aseveró el asesino sobre las presuntas intenciones criminales de su examante.

Tras ser detenido por la policía el 10 de enero del año pasado, Salva confesó que concertó con Maje la muerte de Antonio, pero dos días después exculpó a su amante en su primera declaración en el juzgado. El asesino aseveró que decidió cometer el crimen cuando ella le dijo que Antonio le había amenazado con echarla de casa. «Lo decidí yo solo y lo ejecuté», contestó Salva cuando el juez le preguntó si había planificado el crimen con Maje.

Según la primera versión, los dos detenidos por el crimen no eran amantes, pero hablaban de cosas íntimas, mantenían relaciones sexuales de forma esporádica y él habría decidido cometer el asesinato después de que ella le dijera que su marido la maltrataba. La viuda declaró que su compañero de trabajo en el hospital se habría dejado llevar por sus sentimientos obsesivos hacia ella para asesinar a cuchilladas a Antonio. Tras el crimen, la pareja dejó de verse varias semanas por si la policía investigaba a la viuda y en octubre de 2017 retomaron su relación. La detención de Maje y Salva como presuntos autores del crimen causó una gran conmoción en Novelda, localidad donde residen las familias de la víctima y la viuda.