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El vidente acusado de extorsión y corrupción de menores. 'Vamos a ver'/Telecinco

Dos programas de televisión entrevistan al fugitivo acusado de liderar una red de extorsión a famosos

El llamado 'monje vidente' atiende a sus clientes por teléfono pese a que tiene una orden de búsqueda y captura por chantajear a Francis Montesinos y Tono Sanmartín

Javier Martínez

Valencia

Lunes, 18 de septiembre 2023

Dos programas de televisión de Telecinco, 'Vamos a ver' y 'TardeAR', han localizado y entrevistado al fugitivo acusado de liderar una organización delictiva que extorsionó a cinco personas, entre ellas el modisto Francis Montesinos y el peluquero Tono Sanmartín.

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El llamado 'monje vidente' sigue pasando consulta por teléfono, según la periodista Mar Guerrero, que contactó con él a través de WhatsApp. «Hola, la consulta vale 40 euros», manifestó el investigado para pedir luego que le ingresaran el dinero en un número de cuenta, aunque después señaló que prefería un bizum.

La reportera de Telecinco no realizó ningún ingreso económico y llamó al fugitivo, que insistió en cobrar los 40 euros: «La consulta la hago por teléfono. Mándame un bizum y yo te hago la consulta».

La respuesta de Guerrero fue la siguiente: «Soy periodista, me gustaría hablar con usted porque ha salido en algunos medios de comunicación». El fugitivo le comentó: «No, yo estoy investigado como muchísima gente que hay por ahí. Hay unos vídeos de unos menores, ¿vale? Pero yo eso lo tiene mi abogado, ¿ok?».

Ante el comentario del entrevistado que no aclara su implicación, la periodista insistió en los hechos que investigan la Guardia Civil de Llíria y la Fiscalía de Valencia: «Pero dicen que usted era el líder, ¿usted niega la acusación?». Y el 'monje vidente' decide entonces cortar la comunicación: «Nada. Muchísimas gracias. Disculpe, gracias».

Tras esta última declaración, el presunto extorsionador borró la conversación que había mantenido a través del chat de WhatsApp, eliminó todos los comentarios y envió un último mensaje: «Yo soy Vidente Dharma y atiendo consultas, gracias». El adivino tiene una orden de búsqueda y captura tras ser acusado de liderar la red que extorsiona a famosos en la provincia de Valencia. La Guardia Civil le atribuye los delitos de extorsión y corrupción de menores, entre otros.

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Por la tarde, la sección 'Expediente Marlasca' del programa 'TardeAR', que presenta Ana Rosa Quintana, emitió otra entrevista con el adivino. «No creo que tengan ninguna prueba contra mí», afirmó el individuo tras asegurar que le había sorprendido la noticia sobre su implicación en la red de extorsión.

El adivino también negó cualquier implicación con el chantaje a Tono Sanmartín. «Me cortaba el pelo y teníamos muy buena relación, muy buena amistad. Mi sorpresa es ver la noticia, Tono hablando de mí», manifestó el vidente en una conversación grabada con la periodista Paula Pastor.

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Chantaje a Montesinos

Como ya informó LAS PROVINCIAS, el diseñador Francis Montesinos entregó a la Guardia Civil el vídeo íntimo con el que fue extorsionado por un menor y dos hombres encapuchados que irrumpieron en su casa. Montesinos, que fue detenido por un delito de agresión sexual a un menor, declaró que le tendieron una trampa tras hacerse pasar el joven por un admirador y decirle que tenía 18 años. «O pagas o la próxima vez la cosa será muy diferente», espetó el chico de 15 años, según la versión del modisto. 

La red chantajeaba a famosos y personas adineradas tras mediar en las supuestas relaciones sexuales que mantenían con jóvenes. «Yo dije que no y quiero que se aclare la verdad», declaró Tono Sanmartín nada más abandonar la Ciudad de la Justicia de Valencia. El peluquero se refería a un posible ofrecimiento sexual por parte de un menor que se hacía pasar por mayor de edad, como sucedió en el caso de Montesinos.

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A Sanmartín también intentaron extorsionarlo tras amenazarlo con hacer pública una información que rompería su matrimonio, pero el peluquero puso en práctica una estrategia para librarse del chantaje: «Le dije que me había separado y que había cerrado la peluquería y me dejó en paz». Ambos hechos eran falsos.

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